Guevurá “PODER”

Guevurá es la quinta de las diez sefirot, y el segundo de los atributos emotivos en la Creación.

Guevurá aparece en la configuración de las diez sefirot en el eje izquierdo, directamente debajo de biná, y corresponde en el tzelem Elokim al “brazo izquierdo”.

Guevurá es asociada en el alma con el poder de restringir las propias necesidades innatas de brindar benevolencia a los demás, cuando el receptor de tal bien es juzgado indigno de él, y propenso a darle un uso no correcto. Como fuerza que mide y evalúa la importancia y el valor de la Creación, guevurá es conocida en Cabalá como midat hadín (“el atributo del juicio”). Es el poder de restringir que posee guevurá, lo que le permite a uno vencer a sus enemigos, tanto externos como internos (visto este último como su propia inclinación al mal).

Jesed guevurá actúan conjuntamente para crear un balance interno, en la aproximación del alma al mundo exterior. Mientras que el “brazo derecho” de jesed se ocupa de acercar a los otros, el “brazo izquierdo” de guevurá, se reserva la opción de repeler aquello que es considerado injusto. (También, aquellos con los que en un principio hay una relación de “el brazo izquierdo que aleja”, uno debe aplicar a continuación el principio complementario de “el brazo derecho que acerca”).

Finalmente, el poder de guevurá, se convierte en el poder y energía que implementa el propio deseo innato de jesed. Únicamente con el poder de guevurá, es capaz jesed de penetrar la tosca y basta superficie de la realidad.

Guevurá = 216 = 63. Las tablas del testimonio que Moisés recibió en el monte Sinaí, medían 6 x 6 x 6 palmos. La Torá fue dada a Moisés y al pueblo de Israel desde “la Boca de la Guevurá“. Es muy significativo que no es usado por nuestros sabios el nombre de ninguna otra sefirá para referirse a Di-s en Si Mismo, salvo el de guevurá (En la Biblia, Di-s es referido como “netzaj [eternidad] de Israel” (Samuel 1 15:29), pero no netzaj en forma aislada). Aquí, guevurá implica el poder esencial de Di-s, de contraer y concentrar Su luz infinita, y materializarla en las letras finitas de la Torá (especialmente aquellas talladas en las tablas del testimonio, los Diez Mandamientos).

216 (guevurá) = 3 veces 72 (jesed). Cada uno de los 72 Nombres ocultos de Di-s posee tres letras, siendo en total 216, cuyo significado es inherente a las palabras y los nombres. El “significado” final de cada Nombre de Di-s, es Su expresión de amor (jesed) por Su Creación, y cada uno expresa Su amor de una manera especial. Los componentes de cada palabra y cada nombre, los “ladrillos” de la Creación, son las letras que se combinan para formar palabras. Las letras son “tajadas” de la “materia prima” de la “pro-creación” (el secreto de reshimu, la “impresión” de la luz infinita de Di-s que quedo después del acto inicial de tzimtzum, “la contracción inicial”) reflejan la guevurá de Di-s.

Las dos manos que trabajan juntas para formar la realidad, jesed (72) más guevurá (216) = 288 = 2 veces el cuadrado de 12. También 288 es el número de nitzotzot, “chispas” (que cayeron desde el cataclismo primordial de “la ruptura de los recipientes”), las cuales permean toda la realidad creada. A través del “esfuerzo dual” de jesed y guevurá, no sólo para formar la realidad, sino para rectificarla, (con los dos conceptos de “el brazo izquierdo que rechaza mientras el derecho acerca), esas chispas caídas son redimidas y elevadas, para volver a unirse con su verdadera fuente original. En sentido general, este es el secreto de la venida del Mashíaj, y la resurrección de los difuntos.

El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de guevurá es el de irá (temor).

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