NASÓ

NASÓ נָשׂא

Números 4:21-7:89 Haftará: Jueces 13:2-25

PARASHÁ NASÓ

Meditaciones jasídicas 4

Año 5782 y anteriores 4

La Bendición Sacerdotal 5

Alzar el Semblante: Perdonar 5

El Príncipe en Nuestras Almas 6

Elevar los Opuestos 6

El Flujo de Nasó 6

El Secreto de Nasó 7

176: UN GRAN NÚMERO 7

Nasó y 176 8

La Sección Dorada 8

Números Jashmal: El Secreto del Idioma 9

Analizando La Electricidad de las Letras. 10

Los Elementos de Geometría 11

176 en Geometría 12

176 y 1820 13

El Censo General y la Estructura General 14

Contando Letras Y Dibujando Números Figurativos 15

El Regalo del Campamento en el Monte Sinaí 16

De Hijos a Constructores 16

VIDEOS 24

Videos Rabino Itzjak Guinsburgh 24

VIDEOS GAL EINAI 29

Año 5782 y anteriores 29

Shir Hashirim: 30

Números Capítulo 4 32

Meditación: Los Hijos de Leví 33

SOSPECHA DE ADULTERIO 34

EL CENSO DE LOS GUERSHONITAS 35

Meditaciones jasídicas

Año 5782 y anteriores

5781

NASO: LA MITZVÁ DE LA CONFESIÓN

“Un hombre o una mujer si comete todos los pecados de una persona, transgredir una transgresión contra Dios, y esa alma será culpable. Y confesarán los pecados que cometieron”. Esta es la fuente de la Torá para la mitzvá de confesión y retorno a Dios, teshuvá, que es como el Rambam abre sus Leyes de Retorno a Dios: “Todas las mitzvot de la Torá… si una persona transgrede una de ellas… cuando retorna a Dios y se arrepiente de su pecado está obligado a confesar ante Dios, bendito sea “.

El Rambam enumera tres etapas: “cuando regresa a Dios y regresa de su pecado, está obligado a confesar”. La primera etapa, “cuando regresa a Dios”, es el reconocimiento del hecho de que ha pecado, lo que lo lleva a un sentimiento de profundo remordimiento. En el alma, este sentimiento proviene de la sefirá de biná, entendimiento: ” Y su alma entenderá y volverá”. Esta es la etapa de sumisión del alma, de acuerdo con la enseñanza de psicología del Baal Shem Tov.

La segunda etapa, “y él retorna de su pecado”, es un completo abandono del pecado junto con una firme resolución de no volver a pecar. En esta etapa, biná se extiende a la sefirá de guevurá, poder, como en el verso: “Yo soy biná, guevurá es mío”. Esta es la etapa en la que la persona domina su inclinación al mal: “Quién es guibor/poderoso? El que vence su inclinación al mal.” Después de la etapa inicial de sumisión, el ex pecador ha llegado a la etapa de separación, durante la cual se separa de la realidad del pecado.

La tercera etapa es “está obligado a confesar”. Las dos primeras etapas tienen lugar en el mundo interior de la persona. Pero la mitzvá requerida al final es el acto de hablar, “confesión verbal”. En esta etapa, la sefirá de biná llega a su más extenso alcance: la sefirá de hod, esplendor. En hebreo, la raíz ‘hod’ también significa ‘confesar’, lehodot. Después de la sumisión y la separación, esta es la etapa de endulzamiento. Al hablar se endulza la tormenta interior de la persona y llega enseguida la expiación (como en nuestros versículos, en los que la confesión precede a la presentación del sacrificio).

El Rambam enfatiza que la confesión es “ante Dios, bendito sea”. Después de la profundidad del remordimiento y el abandono del pecado, es sólo con la confesión verbal simple y sincera que realmente estamos de pie y hablando con Dios: “Hemos pecado ante ti”. Ésta es la superioridad de hod, que es como un eco (hed) que regresa y golpea lo más profundo de las profundidades del ser.

Shabat Shalom

Rabino Itzjak Ginsburgh

LIBRO BAMIDVAR – EN EL DESIERTO

LA PARASHÁ DE LA SEMANA: NASÓ

EL FLUIR DE LA PARADOJA: ELEVARSE

Nasó significa “alzar” o “elevar”, y como lo sugiere el nombre de la porción de esta semana, esta palabra y este concepto aparece en una proporción más elevada que el resto. La primera aparición de nasó se produce en el contexto donde se ordena alzar las cabezas de los levitas, para censarlos y comisionarlos a cumplir con el servicio en el Tabernáculo.

La Bendición Sacerdotal

El segundo significado de la raíz nasó en nuestra perashá está en conexión con la bendición sacerdotal, birkat cohanim, también llamada nesiat (de la raíz nasókapaim, “elevar las palmas”.

Cuando el sacerdote pronuncia la bendición eleva las palmas y los dedos se extienden de una manera precisa y determinada. Con su corazón abierto a Di-s y sus palmas alzadas hacia el cielo, el sacerdote se transforma en un conducto para la energía y la abundancia Divina.

La bendición fluye desde el corazón del sacerdote hacia sus manos, palmas y dedos. Esta bendición está compuesta de tres partes:

  • La primera bendición “Que Di-s te bendiga y te proteja”, es la bendición física de Di-s sobre Israel.
  • La segunda bendición: “Que Di-s ilumine Su semblante sobre ti y te conceda gracia”, es la inspiración de Di-s a Israel.
  • En la bendición culminante, “Que Di-s alce Su rostro hacia ti y te conceda paz”, tenemos nuevamente la raíz nasó. En este contexto, nasó se refiere a alzar el semblante de Di-s.

Alzar el Semblante: Perdonar

Explican nuestros sabios que elevar el semblante es perdonar. En los Trece Atributos de Misericordia encontramos también la raíz nasó en conexión con el perdón del pecado.

Cuando perdonamos (alzamos nuestro rostro) a los demás y tratamos de aclarar las buenas intenciones que motivaron sus actos negativos, Di-s a su vez hace lo mismo por nosotros. Eleva Su rostro, como si fuera, y eleva nuestras transgresiones para verlas bajo una luz positiva.

Una vez aclarada la motivación positiva en nuestras transgresiones, Di-s nos perdona e incluso incorpora nuestras transgresiones dentro de El. De esta manera, Di-s está tomando verdaderamente la responsabilidad por nuestra maldad.

Esta dinámica, que puede ser aplicada a nosotros mismos y en nuestras relaciones con los demás, es el punto culminante de la Bendición Sacerdotal.

 El Príncipe en Nuestras Almas

Al final de la perashá, la Torá detalla el sacrificio ofrendado por cada príncipe de las doce tribus en honor a la inauguración del Tabernáculo. Estos príncipes son llamados nasí, también de la raíz nasó.

Cada uno de ellos ya ha sido designado como líder de su tribu y como tal ha sido elevado a una posición más elevada. Cuando el Mashíaj alcanza su nivel más elevado, se vuelve el nasí absoluto y más elevado.

El Tabernáculo fue dedicado durante los primeros doce días del mes de Nisán. En cada uno de esos días leemos los versos de la Torá del nasí cuya ofrenda fue entregada en cada día en particular. A continuación de la lectura, pedimos que las luces espirituales de la tribu de ese día brillen sobre nosotros y nuestros descendientes.

De esta manera, la Torá nos ofrece la oportunidad de identificarnos con cada tribu y su nasí. Cada uno tiene una misión en la vida, su propia chispa del Mashíaj. Cuando nos elevamos para conectarnos con el nasí de la tribu, nos estamos conectando con la chispa del Mashíaj que tenemos dentro.

 Elevar los Opuestos

La paradoja es un concepto básico para la cabalá. La paradoja básica es la de Di-s Mismo. La expresión en hebreo para “paradoja” es nesiat afajim, de la raíz nasó, que significa literalmente “elevar los opuestos”. Esta es la habilidad de superar los opuestos aparentes, unirlos y sintetizarlos.

Por esta razón, la palabra para matrimonio es nisuim, de la raíz nasó. El secreto del matrimonio y de todo lo relacionado con la raíz nasó es el secreto de superar, de elevar y sintetizar dos opuestos para manifestar una unión santa y profunda basada en la paradoja.

 El Flujo de Nasó

El primer paso en pos de la habilidad de manifestar la paradoja es la voluntad de elevar nuestras cabezas para ser designados para nuestro propósito o misión en la vida. Entonces debemos esforzarnos por elevar nuestras manos –nuestras acciones- para ser un conducto para que la energía Divina de Di-s fluya a través nuestro y salga al mundo. El siguiente paso es perdonarnos a nosotros y a los demás, tomando la responsabilidad completa por nuestras transgresiones. Llevado a cabo esto, seremos dignos de manifestar nuestro aspecto de príncipe, la chispa mesiánica que llevamos adentro.

  El Secreto de Nasó

Qué elevar Acción
La Cabeza Aceptar la designación para la misión
Las Palmas Volverse un conducto de la bendición Divina
El Semblante Perdonar y aceptar la responsabilidad por las transgresiones
El Príncipe Despertar la chispa del Mashíaj
Los Opuestos Manifestar la síntesis de la paradoja

NASÓ: LA PARASHÁ MÁS LARGA

176: UN GRAN NÚMERO

La parashá de esta semana, Nasó, es la parashá más larga en la Torá. Tiene 176 versos en total.

El número 176 se relaciona particularmente a la longitud (o el desarrollo completo, tal como veremos). ¡El capítulo más largo en la Biblia entera, el capítulo 119 de Salmos, también tiene 176 versos exactamente! ¡También, el tratado más largo del Talmud, el tratado Bava Batra tiene 176 páginas! Estos tres ejemplos del 176 respecto a la longitud, se corresponde con los tres usos del nombre de nuestra parashá Nasó, en la propia parashá, como será explicado.

Multiplicando 176 por 3 (uno por el número de versos en la parashá Nasó, uno por el número de versos en Salmos 119, y uno por el número de páginas en el tramo Bava Batra) obtenemos 528 = 32 (n se lee “triángulo de n” e indica la suma de enteros de 1 a n). 528 es el valor numérico de dos versos que indican longitud y grandeza: “Cómo son grandes Sus actos”[1] (מַה גָדְלוּ מַעֲשֶׂיךָ, má gadelú maaseja) y “para que se aumenten vuestros días”[2] (לְמַעַן יִרְבּוּ יְמֵיכֶם, leman irbú iemeijem).

En la Torá, hay un principio bien conocido, que todo sigue al comienzo. La primera palabra de la parashá Nasó se traduce como: “Y Él [Dios] Habló” (וַיְדַבֵּר, vaidaber); la primera palabra de Salmos 119 es “Feliz” (אַשְׁרֵי, ashrei); la primera palabra del tratado de Bava Batra es los “Socios” (הַשׁוּתָפִין, hashutafim). La suma de las tres primeras palabras: “Y Él habló”, “Feliz” y “Socios” (אַשְׁרֵי הַשׁוּתָפִין וַיְדַבֵּר ) suman 1584 también múltiplo de 176: 1584 = 9 ∙ 176 ó 1584 = 3 ∙ 528.

Nasó y 176

176 es el punto medio de 351, que es la guematria de Nasó (נָשֹׂא), el nombre de nuestra parashá. 351 = 26, donde 26 es por supuesto la guematria del Nombre esencial de D´s, Havaiá (י־הוה).

Hay una explicación bien conocida, que las palabras que empiezan la parashá Nasó, “Eleva la cabeza [de los hijos de Gershón también]”[3] (נָשׂא אֶת ראשׁ, nasó et rosh), también alude a elevar cada letra de la palabra “cabeza” (ראשׁ, rosh) reemplazándola con la siguiente letra en el alefbet. Las letras que comprenden la palabra cabeza son reish (ר), alef (א), y shin (ש). Reemplazándolas de esta forma llegamos a:

ר –> ש
א –> ב
ש –> ת

La resultante de estas tres letras juntas, shin (ש), bet (ב), y tav (ת) forman la palabra “Shabat” (שָׁבָּת). Pero lo que es verdaderamente asombroso, es que el valor de “Nasó” (נָשֹׂא), 351 ¡ es exactamente el punto medio de “Shabat” (שָׁבָּת), 702!

La Sección Dorada

Para cada parashá, los maestros de la tradición masorética nos proporcionaron una palabra particular (o palabras) cuyo valor numérico iguala el número de versos en la parashá. Cada palabra se relaciona con un simán (literalmente, un signo) de la parashá. Para la parashá Nasó, el Mesorá da dos de esos signos que son nombres propios hebreos, Amos (עָמוֹס) y Aminadav (עַמִינָדָב).

Ambos nombres propios comienzan con dos letras ain (ע) y mem (מ), las cuales juntas deletrean la palabra hebrea “nación” (עַם, am). En cada simán, sólo el valor de las dos primeras letras, עם es 110, ó 5 ∙ 22. Por supuesto, el valor de las letras restantes de cada simán es 66, ó 3 ∙ 22.

Si el valor completo de cada simán es 176, ó 8 ∙ 22, dividiendo esto en 5 ∙ 22 y 3 ∙ 22 representa una sección dorada, porque esencialmente 8 ha sido dividido en 5 y 3. Incidentalmente, la razón que el cap. 119 en Salmos tiene 176 versos, es porque cada una de las 22 letras del alfabeto hebreo incluye 8 versos que comienzan con esa letra. En efecto, por esta razón es conocido como el capítulo de 8 facetas.

Números Jashmal: El Secreto del Idioma

La Parashá Nasó se vincula con las letras del alfabeto hebreo de otra manera. Nasó es la parashá 35º del Pentateuco.

En realidad, hay 35 letras en el alfabeto hebreo. ¿Cómo es eso? A las 22 letras simples agregamos las letras dobles, que pueden tener dos formas (fuerte y suave) ב ג ד כ פ ר ת y las 5 letras finales ך ם ן פ ץ y la letra ש (shin) tiene dos formas, una derecha (שׁ) y otra izquierda (שׂ) ¡forman juntas 35 letras!

Pero 35 y 22 son también parte de la misma serie de números figurativos llamados números jashmal (electricidad). La figura del número jashmal n es un triángulo (de valor n – 1) apoyado en la parte superior de un cuadrado (de valor n). Matemáticamente, escribimos esto como,

n = n2 + (n – 1)

Calculemos los 5 números jashmal y su ilustración visual,

1 = 12 + (1 – 1) = 1
2 = 22 + (2 – 1) = 4 + 1 = 5
3 = 32 + (3 – 1) = 9 + 3 = 12
4 = 42 + (4 – 1) = 16 + 6 = 22
5 = 52 + (5 – 1) = 25 + 10 = 35

visualmente,

Es fácil de ver la serie de números jashmal que contiene el secreto del alfabeto hebreo, por que:

  • 35 corresponde a todas las letras 35.
  • 22 corresponde a las 22 letras básicas.
  • 12 corresponde a las 7 letras dobles junto a las 5 finales.
  • 5 corresponde a las 5 letras finales.
  • 1 corresponde a la forma adicional (izquierda) de la ש (shin).

De hecho, la palabra jashmal (חַשְׁמַל) aparece sólo una vez en el contexto total de la Biblia, en las Acciones de la Carroza en el libro de Ezekiel.[4] Es considerada la palabra más misteriosa de toda la Biblia. Los sabios explican que es una palabra compuesta por dos palabras jash y mal. Ellos explican que hay un tipo de ángel llamado jashmal, que fluctúa entre el silencio (jash) y el habla (mal). Esta explicación revela la conexión intrínseca entre la palabra jashmal y el secreto del idioma hebreo.

Para complementar, dibujemos los varios grupos de letras hebreas en sus formas del jashmal correspondiente:

Analizando La Electricidad de las Letras.

Estudiemos algunas de las cualidades especiales de la figura jashmal. Notamos que la primera figura jashmal en la cual el cuadrado y el triángulo tienen una letra media es la de 35. Así, el medio del cuadrado es la letra ע y el medio del triángulo es la letra ג. Acentuemos esto:

El valor numérico de estas dos letras medias גע es 73, que es el valor de “sabiduría” (חָכְמָה, jojmá). Pero, en un bello ejemplo de una auto-referencia más profunda, 73 es el 22º número primo! Que el centro del alfabeto hebreo completo es la sabiduría se alude en el verso: “Tú hiciste todo con sabiduría”[5], indicando que Dios creó Su mundo con sabiduría.

Ahora, la suma numérica del resto de las letras sobre el eje central de la figura jashmal de 35 א י ם ץ ש es 441, la guematria de “verdad” (אֶמֶת, emet). En cada figura jashmal hay exactamente cinco vértices (excepto para el primer y obvio jashmal la figura de 0, el cual tiene un único punto). Los cinco vértices de la figura jashmal de arriba son: א ח כ ר ת. El valor combinado allí es 629, el cual es también el valor numérico del verso, “Un arroyo que fluye que es la fuente de sabiduría”[6] (נַחַל נֹבֵעַ מְקוֹר חָכְמָה, najal novea mekor jojmá), que se relaciona directamente con las letras centrales, las cuales vimos que tenían el mismo valor que la palabra “sabiduría” (חָכְמָה, jojmá). Si sumamos los 5 vértices (א ח כ ר ת) a las 2 letras medias (ג ע) obtendremos 702, o “Shabat” (שָׁבָּת), que como mostramos arriba es dos veces el valor del nombre de nuestra parashá Nasó (נָשֹׂא).

Pero, observemos que 176 ¡es también un número jashmal! 11 = 112 + (11 – 1) = 121 + 55 = 176! Esto significa que las 176 letras con que empiezan los versos de Salmos 119 y las 176 letras que empiezan los versos de parashá Nasó, puede dibujarse como una figura jashmal. Dibujemos la figura para ilustrar este punto:

Los Elementos de Geometría

¿Cuál es la importancia esencial (y espiritual) del número 176 y cómo se une con lo que hemos visto hasta ahora en relación a la longitud y la grandeza? Para comenzar, citemos un trozo del comentario del Gaón de Vilna (el Gra) en el Sefer Ietzirá (El Libro de Formación). Él escribe:

En cada sólido cuadrado (un cubo) hay 6 planos, 12 aristas [los 12 bordes diagonales] y 8 puntos entre las aristas. Estos 3 aspectos (del sólido) corresponden a las 3 letras de la letra iud (cuando se escribe completa) יוד (significando, que los puntos son representados por la forma de la letra iud י , las aristas (es decir líneas) están representadas por la forma de la letra ו,[vav] y los planos están representadas por la letra ד, [dalet]). Y el nombre completo se basa en estas 3 letras (las primeras 3 letras del Nombre esencial de Dios, י־הוה, Havaiá, están basadas sobre la י , la ו y la ד).Y el valor numérico completo del Nombre es 26. Cuando sumamos el material del propio sólido, el cual los contiene, está representado por las 4 letras de Havaiá [es decir, la final ה, hei], entonces tenemos que el valor completo suma 27, como el número de letras en el alfabeto, (incluyendo las letras finales) y el valor del Nombre Havaiá con un adicional para la punta de la iud, como es explicado en el Sefer Ietzirá.

Así, como explica el Gr”a, un cubo tiene 8 puntos, o vértices (los cuales corresponden a los 8 versos que comienzan con cada letra del alfabeto en Salmos 119), 12 líneas, las cuales son llamadas diagonales (גְבוּלֵי אַלַכְסוֹן, gvulei halajsón), y 6 planos. Completamente, el cubo está construido de 26 elementos geométricos simples, el cual es por supuesto es el valor de Havaiá.

Analizando el cubo en términos de estos elementos geométricos en paralelo al desarrollo geométrico del modelo conocido como “punto, línea y plano” (נְקוּדָה קַו שֶׁטַח). En Cabalá, el Arizal usa este modelo para describir la maduración de cada entidad espiritual desde un punto hacia una sefirá, hacia un partzuf [7]completo. Además, el Gr”a agrega la materia física del cubo mismo, el cual es construido con esos elementos.

El punto es el componente esencial del “esquina” (פִּנָה, piná). La línea es el componente esencial de un lado o arista, “asta, cuerno” (קֶרֶן, keren), como es llamado en hebreo. El plano es el componente esencial de una “cara” (פָּנִים, panim). La materia en sí misma es el componente esencial del “cuerpo” (גוּף, guf). Cuando son sumados los valores de esas cuatro palabras juntas, encontramos que la guematria combinada de “esquina, cuerno, cara, cuerpo” (פִּנָה קֶרֶן פָּנִים גוּף ) es 754, ó 58 ∙ 13, donde 13 es el valor de “uno” (אֶחָד ) y 58 es el valor de “gracia” (חֵן ). Pero, el valor reducido de “gracia” (חֵן, jen) ¡en sí mismo es 13!

Aunque el Arizal explica que cada proceso de maduración se completa una vez que alcanza un estado de superficie o “plano” (en el modelo punto, línea, plano), el próximo estado geométrico es la 3ª dimensión sólida, la cual en hebreo es llamada גֶשֶׁם (geshem). El valor de esta palabra para sólido (גֶשֶׁם) ¡es en sí misma un cubo, 343 = 73! Observando el valor de las palabras para punto, línea, plano y sólido, nekudá, kav, shetaj, gueshem (נְקוּדָה קַו שֶׁטַח גֶשֶׁם), encontramos que su suma es = 931, que es también el valor exacto de las 3 dimensiones de la realidad descriptas en el Libro de la Formación, espacio-tiempo-alma, olam, shaná, nefesh (עוֹלָם שָׁנָה נֶפֶשׁ ).

176 en Geometría

Ahora volvamos al 176. Si ahora tomamos el número de cada elemento geométrico básico que encontramos en el cubo y lo multiplicamos por la letra que representa el elemento, tenemos:

  • 8 puntos ∙ י (10) = 80
  • 12 líneas ∙ ו (6) = 72
  • 6 planos ∙ ד (4) = 24

cuya suma es 176!

Así, 176 yace en el corazón del proceso de desarrollo más básico (desde un punto, a una línea, y a un plano), como se encuentra en ambos, en geometría y en Cabalá; y este proceso es claramente representado en las letras del nombre esencial de Dios, Havaiá. Explicamos muchas veces que la Torá completa puede ser fundamentada en el secreto del Nombre Havaiá. El objetivo de la Torá es que todas las cosas se desarrollen constantemente, física, espiritual, y lo más importante, conscientemente para lograr una consciencia superior y elevada del Nombre de Dios, Havaiá. El resultado final está establecido en la bien conocida profecía: Porque la tierra se cubrirá con el conocimiento de Dios como las aguas cubren el mar”.[8] De este modo, es apropiado decir que el ápice, de todos los números encontrados en la Torá, 176, representa el proceso de desarrollo desde un punto simple a un área que representa la esencia de la infinitud de la Divinidad en sí misma.

Esta conciencia no está limitada sólo a aquellos que están cerca de Dios y la Torá. Cuando Rajel dio a luz a Iosef, dijo: “Que Dios me conceda otro niño”[9] (יֹסֵף י־הוה לִי בֵּן אַחֵר, Iosef Havaiá ben ajer). Este verso se explica en Jasidut que significa que incluso el otro se volverá un hijo de Dios, a través del entendimiento[10] y llegará a comprender el Nombre esencial de Dios, Havaiá. De hecho, en este verso las palabras “Que Dios me conceda” (יֹסֵף י־הוה, Iosef Havaiá) ¡es igual a 176!

176 y 1820

Notamos arriba que 176 es un número jashmal —un triángulo sobre un cuadrado. Ahora hemos visto que espiritualmente representa el desarrollo del conocimiento de Havaiá. Como discutimos anteriormente, además de 26 (el valor de Havaiá), el número más importante conectado con el nombre esencial de Dios es 1820, el número de veces que Havaiá aparece en el Pentateuco.

1820 es el producto de 70 y 26, donde 70 es el valor de “secreto” (סוֹד, sod) y 26 es por supuesto el valor de Havaiá; juntos aluden al verso: “El secreto de Havaiá para aquellos que Le temen y Su Pacto los ilumina”[11] Así, 1820 alude al “secreto de Havaiá”.
Cuan hermoso es entonces ver que este 1820 es también un número jashmal. En efecto, es el 35º número jashmal:

35 = 352 + (35 – 1) = 1225 + 595 = 1820

Nuestra parashá, parashá Nasó, como sabemos es la 35ta parashá. Además, 35 es el 5to número jashmal y 5 es el 2º número jashmal. Entonces tenemos que “el secreto de Havaiá” 1820, ¡es el número jashmal de un número jashmal de un número jashmal! El secreto del idioma Hebreo y el secreto del Nombre de Dios Havaiá, ambos señalan una única fuente—la unidad absoluta del Creador.

LIBRO BAMIDVAR – EN EL DESIERTO

LA PERASHÁ DE LA SEMANA

NASÓ – EL CENSO

CONTANDO Y CONSTRUYENDO LOS CAMPAMENTOS DE ISRAEL

De una clase del rabino Itzjak Ginsburgh,

1 de Sivan, 5772 – Kfar Jabad


El Libro de Números se llama así porque trata principalmente acerca del censo de la nación judía y su organización alrededor del Tabernáculo de acuerdo a las tribus. El censo completo, incluido el número de hombres en cada tribu, y el total de hombres en todo el país, aparece por primera vez en el capítulo 1. Por otro lado, el orden del campamento alrededor del Tabernáculo aparece en el capítulo 2: “Cada individuo bajo su bandera según el estandarte de sus casas patriarcales acamparán los hijos de Israel, de frente y alrededor de la Tienda del Encuentro acamparán.” Sorprende que junto al orden del campamento, la Torá vuelva a repetir las cifras del censo que aparecen en el capítulo 1.

Esta segunda enumeración parece redundante. ¿Por qué la Torá primero relata el censo independientemente de la estructura del campamento (en el capítulo 1) y luego una segunda vez al diseñar la estructura de los campamentos que rodean el Tabernáculo (en el capítulo 2)?

El Censo General y la Estructura General


Una idea que se puede extraer de esta aparente redundancia es que el número y la estructura (o la cantidad y la forma) son importantes cada una por sí misma.

El censo, contar el número de judíos, expresa la importancia de todos y cada uno de ellos y el cariño que Dios tiene por cada uno de nosotros. Como dice Rashi: “Debido a que les tiene cariño, [Dios] los cuenta en cada oportunidad.” Cada judío es el favorito de Dios y cada alma judía es un mundo entero.

El censo se divide por tribus y cada individuo es relacionado a su casa patriarcal: “y declararon sus linajes de acuerdo a sus familias de acuerdo a sus casas paternas” (Números 1:18) y como Rashi explica: “Cada uno trajo su árbol genealógico y su certificado de nacimiento para demostrar su relación con sus tribus”.

Una vez que la cantidad de almas judías es conocida, una vez que cada persona ha sido atendida como individuo, el pueblo en tanto nación de 12 tribus es tratado como un todo, con una estructura particular que los une. Concentrándose en ellos como una nación, las doce tribus se ordenan y organizan en cuatro campamentos de una manera particular alrededor del Tabernáculo, con un campamento (de 3 tribus) en cada dirección.

Cada tribu tiene su propia bandera de un color específico con un estandarte en particular, y toda la estructura revela la relación múltiple entre todos ellos. El número de cada tribu se menciona una vez más al describir la estructura, pero esta vez es una parte intrínseca de un tapiz completo.

Teniendo en cuenta esta diferenciación entre la cantidad y la forma, el censo se puede comparar con el “Acto de la Creación”, facilitando la existencia esencial de cada persona en la nación judía, cada uno y su derecho de nacimiento. Por el contrario, la forma, la estructura del campamento alrededor del Tabernáculo se puede comparar con el “Acto de la Carroza” (que literalmente se traduce como, “El Acto de la Construcción”), revelando la complejidad de la infinidad de relaciones entre los individuos y entre sus tribus.

Contando Letras Y Dibujando Números Figurativos


Este proceso de dos etapas, desde la cantidad hasta la forma, está reflejado en nuestro método para contemplar la Torá. Los primeros estudiosos de la Torá eran llamados סופרים , sofrim, traducido generalmente como “escribas”, pero que también significa “contadores”. Se les describe de esta manera debido a que cuentan las letras de la Torá. Hoy en día, nosotros también primero contamos cuidadosamente las letras de un verso o sección de la Torá.

La acción de contar cuidadosamente nos da la oportunidad de tratar a cada letra como un punto individual de revelación, como una piedra preciosa (de hecho, las letras de la Torá son llamadas “piedras” en el Sefer Ietzirá”.

Una vez que conocemos el número de letras, continuamos nuestro estudio meditando en qué forma particular, en qué figura en particular, se puede ordenar ese número particular de letras. Consideramos que las formas son conocidas como “números figurativos”, estas figuras geométricas con simetría que tienen un número particular de componentes. Entonces ordenamos las letras del texto que estamos estudiando en las formas de los números figurativos que encontramos.

Por ejemplo, cuando las contamos, encontramos que el primer verso de la Torá tiene 28 letras:

בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱ־לֹהִים אֶת הַשָּׁמַיִם וְאֶת הָאָרֶץ
Bereshit Bará Elokim et Hashamaim veet haaretz
En el principio Elokim creó los Cielos y la Tierra

La forma que concuerda con 28 letras es un triángulo, llamado el triángulo de 7. Luego procedemos a ordenar las 28 letras del primer verso de la Torá según la estructura del triángulo de 7. Una vez que las letras han sido ordenadas en esta forma, la estructura misma puede ser estudiada, revelando así muchas ideas nuevas del significado del verso.

El Regalo del Campamento en el Monte Sinaí

La porción de la Torá de Bamidbar se lee en un Shabat cercano a la festividad de Shavuot, cuando celebramos que Dios entregó la Torá. Por cierto, los sabios asocian la organización del campamento judío en el desierto con la revelación en el Monte Sinaí, que tuvo lugar casi un año antes.

Cuando Dios Se reveló en el Monte Sinaí, 22.000 ángeles descendieron con Él… Los ángeles estaban ordenados bajo distintos estandartes…. Cuando el pueblo de Israel vio a los ángeles ordenados de esta manera, comenzaron a desear banderas para ellos también, diciendo “Nuestro deseo es tener banderas como las de ellos”. Dios les dijo: ‘Si vuestro deseo es estar bajo banderas, les prometo que cumpliré con vuestro deseo… entonces Dios le informó a la nación judía y le dijo a Moshé: “Vayan y háganse banderas como desean” (Bamidbar Rabá).

La entrega de la Torá de Dios generó la estructura correcta dentro de la nación. Mientras que en el Monte Sinaí la montaña estaba en el centro y todo el pueblo estaba alrededor, una vez que el Tabernáculo fue construido y la Presencia Divina que fue revelada en el Monte Sinaí bajó en él, todo el campamento se organizó alrededor del Tabernáculo: “Cada individuo bajo su bandera…, enfrentando y rodeando la Tienda del Encuentro acamparán.” El Monte Sinaí y el Tabernáculo fueron los dos puntos centrales alrededor de los cuales estaba organizado el campamento.

De Hijos a Constructores

Hay una frase muy conocida por los sabios: “Los sabios de la Torá aumentan la paz en el mundo, como dice el verso: “Todos tus hijos serán estudiantes de Dios, abundante será la paz sobre tus hijos.” Dicen los sabios: “no leas esto como “banaij”, tus hijos, sino “bonaij”, tus constructores.

En el Monte Sinaí cada judío se hizo un “estudiante de Dios”, un sabio de la Torá que aprende Tora de la propia boca de Dios, así se vuelven constructores. Desde esta perspectiva, ahora se comprende que debe estar reunidos en una estructura ordenada como los ángeles y quizás incluso más que los ángeles, ya que las almas judías tienen una raíz más elevada incluso que los ángeles.

En el éxodo de Egipto, se reveló nuestro estatus de hijos de Dios, y Dios nos llamó “Mi primogénito, Israel.” Como hijos amados de Dios, nos cuenta en cada oportunidad y cada uno de nosotros es como un hijo único. Pero desde el momento en que Dios nos dio la Torá, ya no somos simplemente hijos, habiéndonos vuelto una nación de sabios de la Torá, ahora también somos constructores que, además de ser hijos amados, escogidos, también se nos dio el privilegio de una estructura ordenada especial. El punto central de esa estructura es el Tabernáculo, que es la manifestación de la revelación Divina y también de la Torá (las dos tablas del pacto fueron guardadas en el Arca Sagrada del tabernáculo) y alrededor de él la nación judía se ordenó de acuerdo a sus banderas y campamentos.

Otra versión de lo antedicho respecto a los ángeles vistos durante la entrega de la Torá aparece como una interpretación del verso del Cantar de los Cantares: “Me condujo a la bodega de vino y su bandera sobre mi fue el amor.”

Rabi Iehoshúa de Sajnín dijo en nombre de Rabi Leví: “La nación de Israel dijo: Dios me trajo a su gran bodega de vino, que es el Sinaí, donde vi al ángel Mijael y su bandera y al ángel Gabriel y su bandera y mis ojos vieron las ceremonias de lo alto y las amé. En ese momento Dios dijo a Moshé: ‘cómo Mis hijos desean acampar bajo banderas, acamparán bajo banderas.’ Este es el significado cuando se dice: “cada individuo bajo su bandera con el estandarte…’” (Shir Hashirim Rabá).

El Zohar dice acerca de estos versos: “Rabi Elazar inicia: “Alégrense con Ierushalaim y regocíjense en ella todos quienes la aman, etc.’ Porque la alegría sólo se consigue en los momentos en que la nación judía está en la Tierra Sagrada.” Esta interpretación del verso en la porción de la Torá de Bamidbar indica que el campamento de Israel en el desierto, la estructura rectificada de la nación “alrededor de la Tienda del Encuentro”, tiene la santidad de la Tierra de Israel, Ierushalaim y el Templo Sagrado, todos lugares de alegría.

En consecuencia, podemos aprender de esto, que hoy en la Tierra de Israel, para poder tener el mérito de reconstruir Ierushalaim y el Templo sagrado, debemos reconstruir los campamentos del desierto. Esto se puede lograr recreando el orden adecuado entre los judíos, incluyendo ceremonias con banderas que expresen nuestra exclusividad como nación de dios y nuestro deseo de ser similares a la Carroza Divina, ameritando así el retorno de la Presencia Divina entre nosotros, “tan bella como Ierushalaim, tan impresionante como las regiones embanderadas”.

Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

Naso – El Censo

Domingo 5 de Nisan 5778 – 20 de mayo 2018

LA LUZ ABARCADORA

Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh

Eleva las cabezas de los hijos de Gershon”. Los hijos de Gershón transportan las cortinas del Tabernáculo, los hijos de Merari las columnas del Tabernáculo y los hijos de Kehat los utensilios del Tabernáculo.

Hay un par de conceptos básicos importantes en la dimensión interna de la Torá: luz interior y luz circundante. La luz interior se puede comparar a la vitalidad del alma que aparece individualmente, específica y limitada dentro de los diversos órganos corporales: por ejemploel poder del pensamiento en el cerebro, o el poder de la vista en el ojo, y similares. La luz circundante es luz que no se divide en detalles. También rodea todos los niveles, como la vitalidad general oculta que se encuentra igualmente en el intelecto y en el talón del pie. La luz circundante es más excelsa, general e infinita, pero no puede ser captada por la conciencia o en la experiencia de las personas, por lo tanto, se llama Luz circundante, en el exterior, por así decirlo.

Las cortinas del Tabernáculo son Luces Circundantes. También rodean y envuelven a todos los diferentes utensilios. “Eleva las cabezas de los hijos de Gershón” significa contarlos para darles su tarea, pero alude a elevar las Luces Circundantes a un lugar aún más elevado. ¿Qué significa esto? Por encima de las Luces Circundantes está la raíz de las Luces Interiores. En otras palabras, en el primer nivel del plan Divino, Di-s quiere que lleguemos a la Luz Interior para relacionarnos con el más minúsculo de detalles. Este es el último propósito de Su intención, la raíz de los detalles está por encima de la Luz circundante general. “El acto final depende del pensamiento inicial”, significa que la acción final es lo primero que surge en el pensamiento, la Luz Interna al final de la acción es una parte intrínseca del pensamiento inicial del Creador, y así también en sus criaturas.

Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

Naso – El Censo

Lunes 6 de Sivan 5778 – 21 de mayo 2018

LA MELODÍA INTERIOR

Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh

“Todo el que viene a servir al servicio de servir y al servicio de transporte en la Tienda de la Reunión”. [Bamidbar-Números 4:47]

כָּל הַבָּא לַעֲבֹד עֲבֹדַת עֲבֹדָה וַעֲבֹדַת מַשָּׂא בְּאֹהֶל מוֹעֵד

Col habá laavod avodat vaavodat masá beohel moed.

¿Qué es “el servicio de servir”? Rashi explica que es “el canto con címbalos y violines, que es un servicio para otro servicio”. El canto y la música de los levitas acompañan y sirven al servicio de los sacerdotes. Parecería ser una música de fondo.

Los sacerdotes no cantan, su servicio es “en secreto y con el deseo del corazón”, un servicio interno, enfocado e inspirado por la intención. El servicio de los levitas, por otro lado, es “elevar sus voces”, un servicio externo que puede ser escuchado por todos. Estos dos servicios están conectados e influyen entre sí. Lo mismo es cierto con el servicio de la oración. Está escrito que “la voz despierta la intención del corazón”. La oración en voz alta y con una canción despierta la intención interna del corazón. Por otro lado, la intención interna del corazón nos incita a cantar.

Aun así, no escuchamos la intención interna real en la canción o la música. La música simplemente sirve a la dimensión interna del corazón. Pero en el futuro los levitas ascenderán al nivel de los sacerdotes, tal como está escrito en Iejezkel 44:15: “Y los sacerdotes los levitas”. Entonces habrá una conexión completa entre las dimensiones interna y externa y escucharemos la canción real de la dimensión interna del corazón.

Miércoles 8 de Sivan 5778 – 23 de mayo 2018

SUPERAR LAS ADICCIONES

“Un hombre o una mujer, si se aparta para hacer una promesa especial de abstinencia, consagrándose a Hashem como nazir…” [Bamidbar/Números 6:2]

אִישׁ אוֹ אִשָּׁה כִּי יַפְלִא לִנְדֹּר נֶדֶר נָזִיר לְהַזִּיר לַה

“Ish o ishá ki iaflí lindor neder nazir lehazir laHashem…”

¿Por qué una persona promete convertirse en un nazir? (El nazir es una persona que hace un voto de no beber vino o sus derivados, cortarse el cabello o entrar en contacto cercano con los muertos). Aparentemente, el nazir se sintió adicto al vino, a la embriaguez y al jolgorio superficial y ahora desea embarcarse en un proceso para superar su adicción. (De las leyes del nazir aprendemos que cada proceso de superación de la adicción comienza con treinta días, el período mínimo de tiempo que debe cumplir la persona como nazir).

Inicialmente el nazir se obliga a no beber vino o sus derivados, lo que se llama itcafia, “someter”, el servicio de la auto coerción. Después de la itcafia inicial, la abstinencia del vino se convierte en una adquisición en su alma. Ya gobierna sus deseos como un rey adornado con una corona en su cabeza/cabello, sobre lo cual el versículo en nuestra porción de Torá dice: “Porque la corona/nezer (afín a nazir) de su Di-s está sobre su cabeza”.

También se prohíbe a un nazir volverse impuro por el contacto con los muertos, porque está contacto la vida eterna. El nazir es empoderado con una alegría interior y se distancia de la muerte, que implica tristeza y luto. Este es el proceso de superar una adicción al vino (o cualquier otra sustancia o comportamiento): la persona siente felicidad interior y no necesita vino para hacerlo sentir superficialmente feliz. Ten cuidado con la tentación de un “viaje feliz” superficial, que necesariamente termina con la frustración y una oscuridad cada vez mayores. Sumérgete en la alegría de tener un alma pura, escalando las alturas de tu conexión cada vez mayor con Di-s.

Jueves 9 de Sivan 5778 – 24 de mayo 2018

INTELECTO O CORAZÓN

“Y el primero en traer su ofrenda en el primer día fue Najshón ben Aminadav de la tribu de Iehudá”. [Bamidbar-Números 7:12]

“וַיְהִי הַמַּקְרִיב בַּיּוֹם הָרִאשׁוֹן אֶת קָרְבָּנוֹ נַחְשׁוֹן בֶּן עַמִּינָדָב לְמַטֵּה יְהוּדָה”

Vaiehí hamakriv baiom harishón et korbanó najshón ben Aminadav lematé Ieshudá.”

Así como la tribu de Iehudá marcha en el desierto a la cabeza de todo el campamento de Israel, también el príncipe de la tribu es el primero en traer su ofrenda a la dedicación del Tabernáculo. Iehudá es la tribu de los reyes de Israel y el rey lidera la nación, abriendo el camino como Najshón.

Inmediatamente después de Iehudá viene la tribu de Issajar: “En el segundo día trajo su ofrenda Netanel ben Tzuar, el príncipe de Issajar”. Issajar es considerada la más sabia de las tribus: “Y de los hijos de Issajar, conocedores del entendimiento de los tiempos, para saber lo que Israel debe hacer”. Además, nuestros Sabios dicen que Netanel ben Tzuar fue la persona que aconsejó a los príncipes traer sus ofrendas para la dedicación del Tabernáculo. Si es así, ¿por qué no fue Issajar la primera tribu en traer su ofrenda? ¿No debería la sabiduría abrir el camino?

Iehudá es el corazón e Issajar es el cerebro. Es cierto, “el intelecto debe gobernar al corazón”, y por lo tanto, Iehudá necesita a Issajar a su lado para darle buenos consejos e ideas (“entendimiento de los tiempos”). Pero en un nivel interior, hay algo en el corazón que es más poderoso que el cerebro. “La dimensión interior del corazón gobierna el cerebro”. Los sentimientos interiores y el coraje del corazón de Iehudá son justamente los dignos y merecedores de gobernar y dirigir la Nación de Israel, como con Najshon ben Aminadav, que siguió la dimensión interior de su corazón para ofrecerse voluntariamente (l’hitnadev, afín a Aminadav) para dirigir Israel.

Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

Nasó – El Censo

Viernes 10 de Sivan 5778 – 25 de mayo 2018

ESPECIAL POR DENTRO, CONFORMISTA POR FUERA

Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh

Cada uno de los doce príncipes trajo exactamente la misma ofrenda. Cuando se lee la Torá en la sinagoga, los fieles ya saben cómo entonar la cantinela junto con el lector de la Torá cuando lee:

“Su ofrenda, un cuenco de plata, uno y treinta y cien su peso”. [Bamidbar-Números 7:13]

“קָרְבָּנ֞וֹ קַֽעֲרַת־כֶּ֣סֶף אַחַ֗ת שְׁלֹשִׁ֣ים וּמֵאָה֘ מִשְׁקָלָהּ֒”

Korvanó kaarat kesef ajat shloshim umea mishkalá

Cada uno de los príncipes tenía intenciones especiales cuando traía su ofrenda. El Midrash Rabá explica en extenso cómo las ofrendas de cada príncipe aluden a las características y eventos particulares de su tribu, aunque, no obstante, la acción externa es exactamente la misma.

En jasidut hay una expresión en idish “on blitus“, que significa “no destacarse”. Una persona de orientación hacia el interior no busca sobresalir o ser fuera de lo común. No tiene ningún problema en vestirse como todos los demás, adaptándose a la apariencia exterior de la sociedad en la que vive. No necesita una conducta exterior coloreada con su propia tonalidad para poder expresarse. Exteriormente puede verse como cualquier otra persona común y corrientes. Pero por dentro tiene una personalidad rica y única, llena de matices y expresiones propias, pero sin adornos externos que lo hagan destacarse

Shabat 11 de Sivan 5778 – 26 de mayo 2018

HABLANDO CONSIGO MISMO

“Y cuando Moisés venía a la tienda de reunión para hablar con Él, y oía la voz que le hablaba (midaber) desde arriba del kaporet [la tapa] del arca del testimonio, entre los dos kruvim, y le hablaba a él. [Bamidbar-Números 7:89]

“וּבְבֹא מֹשֶׁה אֶל אֹהֶל מוֹעֵד לְדַבֵּר אִתּוֹ וַיִּשְׁמַע אֶת הַקּוֹל מִדַּבֵּר אֵלָיו מֵעַל הַכַּפֹּרֶת אֲשֶׁר עַל  אֲרֹן הָעֵדֻת מִבֵּין שְׁנֵי הַכְּרֻבִים וַיְדַבֵּר אֵלָיו”

Uvevó Moshé el Ohel Moed ledaber itó, vaishmá et hakol midaber elav meal hacaporet asher al arón haedut, miben shnei hakruvim vaidaber elav.”

Rashi explica el verbo inusual, midaber, como una acción que se refleja en sí mismo y no se refleja en los demás. Esta es una forma de hablar que honra al Cielo, o sea que Di-s estaría hablándose a Sí mismo, y Moshé simplemente escuchaba el discurso tal como fue pronunciado.

Podemos entender esto como que Di-s no le está hablando a Moshé de manera intencional, con un deseo interno de influir, sino más bien como un maestro que estudia un tema de la Torá en voz alta y, como resultado, alguien más lo escucha.

Pero el significado interior es todo lo contrario. Moshé se recluye con Di-s en un nivel en el que no se lo considera alguien con quien se debe hablar. Di-s está hablando consigo mismo, y Moshé ya está allí, parte y esencia con Él.

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PARASHAT NASÓ – “CENSO

“TESHUVÁ, CONFESIÓN Y COMUNIDAD “

http://www.youtube.com/watch?v=vRtg8QVQp2w

Sin lugar a dudas la mitzvá más grande e integral de todas, pues incluso si la persona desobedece todas las demás mitzvot de la Torá, continúa teniendo la oportunidad de realizar teshuvá. “ Ein davar omed lifnei hatshuvá ”, nada se interpone a la teshuvá. Esto corrige, rectifica y repara todo el daño que alguien pudiese producir al cometer transgresiones.

¿Cómo expresa la Torá esta mitzvá de teshuvá? “ Vehitvadú et jatatam Asher asú” , “y confesarán el pecado que han cometido”. De esta manera vemos que la Torá se refiere a la mitzvá de teshuvá y la define como una confesión, algo verbal, audible. ¿Y por qué es de esa manera? Pues se podría pensar que la teshuvá es primordialmente una función del corazón, el aceptar a Dios en su corazón, que tiene que arrepentirse de corazón por haber pecado, tiene que tomar una firme decisión en su corazón de que no lo volverá a hacerlo de nuevo. Entonces, todo está en el corazón. Pero la Torá dice que la realización práctica de la mitzvá es mediante la confesión, en la boca.

Ahora, esa palabra “confesión”, hitvadú , aparece dos veces en la Torá, aparece en este versículo y aparece en la parashá anterior “ vehitvadú et avonam ” “confesarán su iniquidad”, que es otro sinónimo de “pecado” ( avón jet ), como aparece en los trece principios de misericordia, “… nosé avón, vafesha vejatá …”, que Hashem nos “perdona por nuestra iniquidad” y después dice, “por nuestro pecado”.

Entonces, la Torá dice una vez “ vehitvaadú et avonam ” y la segunda vez dice “ vehitvaadú et jatatam” Cada התוודו , hitvaadú [suma 427 que es 7 veces 61; son n úmeros primos , los factores primarios de 427. El siete significa que algo aparece en los sietes atributos del corazón. 61 es el valor de אני , “ani”, “yo ”, que es el “ego”. Todos los pecados se cometen debido al ego. E Incluso cuando un rey peca, como está dicho “ asher nasí ijtá” , “cuando el príncipe peca”, las iniciales de esas tres palabras forman “ani”. De esto también aprendemos que el príncipe –los príncipes son personas muy elevadas pues tienen una enorme responsabilidad sobre la gente– también peca. ¿Cómo peca? ¿Por qué peca? Debido al ego. Entonces, básicamente el pecado viene de un ego muy exagerado.

¿Cómo reparamos esto? Convirtiendo el “ ani ” en “ ain ”, “ אני en אין ” que tienen las mismas letras. “Ani” significa “yo” y “ain” significa “nada.” El yo tiene que anularse a través del punto interno de la sabiduría del alma llamada “ ain, “bitul ”, “nada”, “anulación”. Esa es la esencia de teshuvá , convertir nuestro propio “yo” en “nada”, en lugar de tener siete veces “yo” tienes siete veces “nada”. Está dicho que la nada es el origen único del alma judía, ain mazal leIsrael . Como la palabra aparece 2 veces, duplicamos esto, entonces, en lugar de 7 veces 61, sumados son 14 veces 61. 14 es David, ese príncipe que pecó e hizo teshuvá, – y la Torá dice que Dios lo hizo pecar, “todos los pecados son una conspiración de Dios”,

Que hace a la persona pecar y la única razón es que debe enseñarle a cada judío individual para todas las generaciones por venir que aunque peques, incluso si eres un príncipe, el nivel más alto de responsabilidad del pueblo judío peca y cae, siempre tendrás el poder de tu alma para regresar a Hashem para rectificar ese pecado. Eso lo aprendemos de David. De hecho 2 x 7 x 61 es “Yo soy David”, אני x דוד . Y ese número, que es 864, es la primera de las tres bendiciones sacerdotales expresadas en esta parashá, “ Ievarejejá Hashem veishmereja , “Que Hashem te bendiga y te cuide”.

Las dos cosas que tenemos que considerar y contemplar en esta frase “ vehitvadu et jatatam asher asú ”, “y confesarán el pecado que cometieron”, son:

Uno es que la palabra vehitvadú ”, “confesarán” está en plural: “ellos” ¿Por qué está en plural? Yo pensaría que teshuvá es una experiencia personal, el “yo” peca, debido a que he pecado debo hacer teshuvá, la expresión de teshuvá y la confesión deberían estar en singular, ¿Por qué está en plural “ vehitvadu et jatatam ”, “y confesarán el pecado”?

El segundo punto lo preguntamos desde el inicio ¿Por qué debo confesarme?, por qué está esa transición desde el “yo” a “nada”, mediante palabras audibles que tienes que decirle a Dios, “he pecado, he hecho tal y cual cosa… y me arrepiento y he decidido firmemente no hacerlo otra vez.”

En realidad, estas dos preguntas se responden una a la otra. Una parte de hacer teshuva es sentirse parte del “ clal ”, de la comunidad de Israel, es una parte muy esencial de hacer teshuvá . Tengo que identificarme y sentirme parte del clal Israel cneset Israel, a todo el pueblo judío. Y aunque no estoy diciendo que todos han pecado como yo he pecado, para regresar de mi pecado, tengo que conectarme a los demás judíos.

Tal como se dice antes de rezar, debes conectarte a todo el pueblo judío y recibir la mitzvá de veahavta lereajá camoja , amar a todos los judíos como a mí mismo antes de rezar, de lo contrario, mi rezo será como un sacrificio imperfecto, pues si me estoy ofreciendo en sacrificio no puedo tener ninguna imperfección, pues las personas deben estar conectadas a todas las demás almas y, si hay alguna que no estuviese conectada, tiene una imperfección en su propia alma, y por esta razón no puede sacrificarse a Hashem, no puede rezarle a Hashem.

Cuanto más en el caso de teshuvá , si no sentimos que estamos conectados, especialmente si se ha hecho un daño muy grande a tí mismo y a todo el mundo debido a esos pecados, ¿Cómo podrás rectificarlo? Solamente lo puedes rectificar si estas conectado al pueblo judío. Para estar conectado con Dios, debes estar conectado más fuerte que nunca al pueblo judío. Antes fuiste un “yo”, un ego separado, entre más la persona sienta su “yo”, su ego, más estará separada de los demás, no es parte de la comunidad.

El comienzo de la teshuvá es que tienes que entender que la teshuvá es un proceso comunitario. Aunque lo estés haciendo para tí mismo, es algo comunitario. Estoy haciendo teshuvá para traer al Mashíaj, pues he hecho todo este daño, ¿Por qué estoy haciendo teshuvá? Porque quiero reconectarme. Pero realmente estoy haciendo teshuvá por que todo el daño que he hecho está postergando la llegada del Mashíaj, y yo quiero favorecer la llegada del Mashíaj, tengo que hacer teshuvá. Pero el Mashíaj no va a venir sólo para mí, ¡porque yo soy justamente la razón por la cual no viene! El Mashíaj solamente vendrá cuando estemos todos nosotros juntos.

Esto explica por qué tengo que confesarme verbalmente, porque verbo es comunicación. Aunque se dice que algunas veces la persona no debería confesar sus pecados en voz alta que las demás lo escuchen. A veces debes guardarlo un poco para ti mismo, no es kevod shamaim , no es “honorable para Hashem” que todo el mundo escuche todos tus pecados. Se dice que una de las diferencias entre Moshé Rabeinu y David Hamelej, en referencia a sus pecados, es que Moshé Rabeinu quería que todos escucharan su pecado, que él solamente peco en esta pequeñita ocasión y ese fue el motivo por el que no le fue permitido entrar a la tierra de Israel. Y el Rey David no quería que la gente escuchara sus pecados. Esa es la diferencia entre bitul y shiflut, la auto anulación absoluta y la humildad, los dos niveles Moshé Rabeinu y el rey David, si deseas que los otros escuchen tu confesión o no.

Pero, de cualquier manera, aunque no quieras necesariamente que los demás escuchen tu confesión, pero confesarse apropiadamente es comunicación. Una vez más, si la guardo en el corazón, en primer lugar, tal vez no podría reconocer cabalmente lo que he hecho. Decir que he hecho tal y cual cosa con mi boca es reconocer plenamente, y junto al reconocimiento pleno está la comunicación. No es tan sólo la comunicación entre Dios y yo, sino que, una vez más, aunque otras personas no escuchen, es hablar de manera parecida a la humana, en un cierto nivel subconsciente es comunicar mi pecado, mi confesión y mi deseo de regresar a Hashem para todos, pues sé que mi pecado es un fenómeno comunitario, y que mi regreso a Dios es un fenómeno comunitario.

Y esto es la que aprendemos de esta gran mitzvá en la parashá de esta semana “ vehitvadu et jatatam asher asú ”, “deberán confesar los pecados que han cometido”.

TODA LA VIDA EN TESHUVÁ

Parashá Nasó

Sivan 5775

01   TODA LA VIDA EN TESHUVÁ   Parashá Nasó   Sivan 5775

https://youtu.be/_bZe_y-Xpss

En la parashat Nasó está la mitzvá de teshuvá, el precepto del arrepentimiento. Está escrito: “Y confesarán (el pecado que cometieron).” [Bamidbar 5:7] Y de aquí aprendieron los sabios que es un precepto positivo arrepentirse y retornar al camino si pecó, y confesar la culpa. El precepto de la teshuvá es el más grande en la Torá, y por eso tiene el poder de rectificar todo lo que pasó, e incluso transformar las trasgresiones en méritos si lo hace con amor. Se cuenta una historia sobre nuestro maestro el Baal Shem Tov, que su memoria nos proteja. Cierta vez llegó a un pueblo, después de haberse difundido que era un gran justo fundamento del mundo, tzadik iesod olam. Allí lo recibieron con grandes honores. Dijo el Baal Shem Tov: cuando se le rinden honores a alguien, ya sea un rabino o la persona que sea, en ese mismo momento en el Cielo evalúan y analizan sus méritos para ver si realmente merece ese honor. Entonces, teóricamente esos honores que le dan las personas es un acto perjudicial, porque darle honor despierta en lo Alto el rigor de los juicios, entonces es preferible que no lo honren, si están provocando eso. El Baal Shem Tov dijo “No”. Si esa persona a la que están honrando es en verdad un judío correcto, bueno, entonces él mismo siente tanto dolor por ese honor que le prodigan, le es tan duro ese honor que le están dando, que él mismo indaga en sus acciones. Y así ese honor que le prodigan lo lleva a hacer teshuvá, un arrepentimiento completo. Entonces con ese honor le están haciendo el favor más grande que le podrían hacer, porque le provoca hacer teshuvá. ¿Qué aprendemos de aquí? Que también el justo más grande tiene que estar “toda su vida en teshuvá”. Y tiene que aprovechar cada situación que se le presenta para hacer teshuvá.

VIDEOS GAL EINAI

Año 5782 y anteriores

LA ADOLESCENCIA DEL MUNDO DEL CAOS Y SU RECTIFICACIÓN:

Parashá Nasó Behalotjá

con el rabino Jaim Frim desde Israel

La adolescencia del Mundo del Caos y su Rectificación: Nasó Behalotjá En Vivo Ahora

https://youtu.be/J_RG5ALuG2k

Cuando Moshé entraba en la Tienda de Comunión para hablar con [Dios], oía la Voz que le hablaba de entre los dos querubines sobre la cubierta del arca encima del Arca del Testimonio. [Dios] de este modo le hablaba.

MOTIVO DE LA GUERRA Y CÓMO TERMINARLA

Parashá Naso 5781

Jasidut, Zohar y Arizal, Midrashim

Motivo de la Guerra y Cómo terminarla - Parashá Naso 5781 - Jasidut, Zohar y Arizal, Midrashim

https://youtu.be/aNpFoV8IdeU

AUDIO:

1 En el día que Moshé terminó de erigir el Tabernáculo, lo ungió y lo santificó junto con todos sus accesorios. [También] ungió el altar y todos sus utensilios y de este modo los santificó.

2 Los príncipes de Israel, que eran las cabezas de sus linajes paternos, entonces se presentaron. Eran los líderes de las tribus y los que habían dirigido el censo.

3 La ofrenda que presentaron a Dios consistía en seis carros cubiertos y doce bueyes. Había un carro por cada dos príncipes, y un buey por cada uno. Los presentaron delante del Tabernáculo.

Shir Hashirim:

cap 3: Salgan y vengan Hijas de Tzión

NASÓ BEHALOTJÁ – 5780

CÓMO SE CONVIERTE UN CONVERSO Y LA BENDICIÓN SACERDOTAL

Nasó Behalotjá - Cómo Se Convierte Un Converso y la Bendición Sacerdotal

https://youtu.be/19dO9qsGIIM

¿Cómo se convierte un no judío en judío? Solo hay un camino: la conversión según la ley judía. Pero, ¿cómo funciona esto? ¿Qué es lo que realmente convierte al antiguo no judío en un converso justo, que es como un judío nato?

22 Dios le habló a Moshé, diciéndole que

23 les hablara a Aarón y a sus hijos, diciendo: Así es como deben bendecir a los israelitas. Díganles:

כג דַּבֵּר אֶל־אַֽהֲרֹן֙ וְאֶל־בָּנָ֣יו לֵאמֹ֔ר כּ֥ה תְבָֽרֲכ֖וּ אֶת־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל אָמ֖וֹר לָהֶֽם:

24 “Que Dios te bendiga y te guarde”.

כד יְבָֽרֶכְךָ֥ יְהוָֹה וְיִשְׁמְרֶֽךָ:

25 “Que Dios haga que Su presencia te ilumine y te conceda gracia”.

כה יָאֵ֨ר יְהוָֹה | פָּנָ֛יו אֵלֶ֖יךָ וִֽיחֻנֶּךָּ:

26 “Que Dios dirija Su providencia hacia ti y te conceda paz”.

כו יִשּׂא יְהוָֹה | פָּנָיו֙ אֵלֶ֔יךָ וְיָשֵׂם לְךָ֖ שָׁלֽוֹם:

27 [Los sacerdotes] de este modo pondrán Mi nombre sobre el pueblo de Israel y Yo los bendeciré.

כז וְשָׂמ֥וּ אֶת־שְׁמִ֖י עַל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וַֽאֲנִ֖י אֲבָֽרֲכֵֽם:

LECTURA DE LA TORÁ 5780

Parashá Nasó – Cuenta a los Levitas

Parashá Nasó - No Cuentes a los Levitas - Lectura de la Torá en el Beit Hakneset 5780

https://youtu.be/J49cljeGP4s

Números Capítulo 4

21 Dios le habló a Moshé, diciendo:

כא וַיְדַבֵּר יְהוָֹה אֶל־משֶׁה לֵּאמֹֽר:

22 Haz también un censo de los descendientes de Guershón por familias, siguiendo el linaje paterno.

כב נָשׂ֗א אֶת־רֹ֛אשׁ בְּנֵ֥י גֵֽרְשׁ֖וֹן גַּם־הֵ֑ם לְבֵ֥ית אֲבֹתָ֖ם לְמִשְׁפְּחֹתָֽם:

23 Haz una cuenta de aquellos de 30 a 50 años de edad, todos los que sean aptos para la función en el servicio de la Tienda de Comunión.

כג מִבֶּן֩ שְׁלשִׁים שָׁנָ֜ה וָמַ֗עְלָה עַ֛ד בֶּן־חֲמִשּׁים שָׁנָ֖ה תִּפְקֹ֣ד אוֹתָ֑ם כָּל־הַבָּא֨ לִצְבֹ֣א צָבָ֔א לַֽעֲבֹ֥ד עֲבֹדָ֖ה בְּאֹ֥הֶל מוֹעֵֽד:

24 La familia guershonita servirá así en el mantenimiento y el transporte:

כד זֹ֣את עֲבֹדַ֔ת מִשְׁפְּחֹ֖ת הַגֵּרְשֻׁנִּי לַֽעֲבֹ֖ד וּלְמַשּׂא:

25 Transportarán las tapicerías del Tabernáculo, la Tienda de Comunión, la cubierta, la sobre-cubierta de pieles procesadas en azul que está encima de ella, la cortina de la entrada de la Tienda de Comunión,

כה וְנָ֨שְׂא֜וּ אֶת־יְרִיעֹ֤ת הַמִּשְׁכָּן֙ וְאֶת־אֹ֣הֶל מוֹעֵ֔ד מִכְסֵ֕הוּ וּמִכְסֵ֛ה הַתַּחַשׁ אֲשֶׁר־עָלָ֖יו מִלְמָ֑עְלָה וְאֶ֨ת־מָסַ֔ךְ פֶּתַח אֹ֥הֶל מוֹעֵֽד:

26 las colgaduras del recinto, la cortina de la entrada del recinto en derredor del Tabernáculo y del altar, las cuerdas tensoras, todos sus instrumentos apropiados y todo lo necesario para su mantenimiento.

כו וְאֵת֩ קַלְעֵ֨י הֶֽחָצֵ֜ר וְאֶת־מָסַ֣ךְ | פֶּתַח | שַׁעַר הֶֽחָצֵ֗ר אֲשֶׁר עַל־הַמִּשְׁכָּן וְעַל־הַמִּזְבֵּחַ֙ סָבִ֔יב וְאֵת֨ מֵֽיתְרֵיהֶ֔ם וְאֶת־כָּל־כְּלֵ֖י עֲבֹֽדָתָ֑ם וְאֵ֨ת כָּל־אֲשֶׁר יֵֽעָשֶׂה לָהֶ֖ם וְעָבָֽדוּ:

27 Todo el servicio de transporte y mantenimiento de los guershonitas estará bajo la supervisión de Aarón y sus hijos. [Los guershonitas] tendrán designaciones fijas para todo lo que transporten.

כז עַל־פִּי אַֽהֲרֹ֨ן וּבָנָ֜יו תִּהְיֶ֗ה כָּל־עֲבֹדַת֙ בְּנֵ֣י הַגֵּרְשֻׁנִּי לְכָ֨ל־מַשּׂאָ֔ם וּלְכֹ֖ל עֲבֹֽדָתָ֑ם וּפְקַדְתֶּם עֲלֵהֶם֙ בְּמִשְׁמֶ֔רֶת אֵ֖ת כָּל־מַשּׂאָֽם:

28 Lo anterior es el servicio de la familia guershonita para la Tienda de Comunión. Sus funciones estarán bajo la supervisión de Itamar, hijo de Aarón el sacerdote.

כחזֹ֣את עֲבֹדַ֗ת מִשְׁפְּחֹ֛ת בְּנֵ֥י הַגֵּרְשֻׁנִּי בְּאֹ֣הֶל מוֹעֵ֑ד וּמִ֨שְׁמַרְתָּם בְּיַד֙ אִֽיתָמָ֔ר בֶּן־אַֽהֲרֹ֖ן הַכֹּהֵֽן:

«Pero la tribu de Leví no contarás (tifkod) y no elevarás sus cabezas entre los hijos de Israel. Y designarás (hafked) a los levitas sobre el tabernáculo del testimonio.” [Bamidbar 2:49-50]

Meditación: Los Hijos de Leví

Hasta ahora, la raíz pakod había aparecido en el contexto de «contar». En este versículo vemos que también significa ‘designar’. La tribu de Levi tiene una tarea especial (tafkid-תפקיד), pero de esto ahora vemos que el recuento (mifkad-מפקד) de todas las tribus está asociado con una tarea especial (tafkid–תפקיד).

El énfasis en la tribu de Levi comienza aquí y continúa a lo largo de todo el Libro de los Números. Podemos ver todos los libros de la Torá como etapas en la formación de la Nación de Israel: El Libro del Génesis es el libro de los antepasados, el Libro del Éxodo es el libro de los hijos, el nacimiento de la Nación de Israel.

El Libro de Levítico es la «Torá de los Sacerdotes», en la cual se resalta el papel de los sacerdotes en el servicio sagrado del Templo. El Libro de Números destaca el papel especial de los levitas. Finalmente, el libro de Deuteronomio destaca el status de Israel, relevante para todas y cada una de las personas en la Nación de Israel (Shema Israel/שמה ישראל/Oye Israel) que están a punto de heredar la Tierra de Israel (a diferencia de los Sacerdotes y Levitas, que no reciben una porción en la Tierra).

https://new.galeinai.org/los-hijos-de-levi/

NASÓ 5775

SOSPECHA DE ADULTERIO

http://www.youtube.com/watch?v=6NjkzjjwVqc

NASÓ 5773

EL CENSO DE LOS GUERSHONITAS

http://www.youtube.com/watch?v=H8dCBaMMX-w

  1. Salmos 92:6
  2. Deuteronomio 11:21.
  3. Números 4:22.
  4. Ezekiel 1:4 y 1:27 (ver también 8:2).
  5. Salmos 104:24
  6. Proverbios 18:4.
  7. Ver también “Conversión de la Sabiduría de las Naciones, Parte 2.”
  8. Isaias 11:9.
  9. Génesis 30:24.
  10. La palabra Hebrea para “hijo” (בֵּן ) y para “conocimiento” (בִּינָה ) base de la misma raiz.
  11. Salmos 25:14.

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