9 de Av: SÉ TU PROPIO MÉDICO

De las enseñanzas de Rabí Shimón bar Iojai;

La historia de la lucha de Iaacov con el ángel es utilizada por el Zohar para mostrar cómo todos los días del año, así como todos los miembros del cuerpo tienen una contraparte espiritual. En su lucha con el ángel ‘Satán’ [el Ángel de la Muerte], se lesionó en el nervio ciático. Este nervio tiene sus raíces en la columna lumbar y corre por el muslo hasta el tobillo. Tradicionalmente se asocia con el deseo sexual.

La persona tiene 248 miembros que corresponden a los 248 mandamientos “positivos” que la Torá requiere una acción para cumplir. Estos también corresponden a los 248 ángeles que la Shejiná misma inviste.


Los nombres de estos ángeles son como el nombre de su Amo.

La palabra hebrea para “ángel”, “malaj“, tiene un valor numérico de 91, y es igual a la suma de los nombres Havaiá (26) y Ado-nai (65). Cada miembro, cuando se utiliza conscientemente para realizar una mitzvá, se conecta a la fuente espiritual de ese miembro y es vitalizado por la unión de lo espiritual, representada por el nombre Havaiá, y lo físico, representado por el nombre de Ado-nai. Entonces se hace posible que more la luz de su fuente espiritual en el mundo físico, permitiendo a la Shejiná tener una morada en el mundo físico.

Una persona también tiene 365 tendones y éstos corresponden a los 365 preceptos “negativos” que no se deben hacer, y a esto corresponden los 365 días del año.

Los tendones o nervios llevan instrucciones a los miembros del cuerpo desde el cerebro, requiriéndoles que actúen. Obedecer conscientemente la voluntad de Di-s, al no actuar en una situación en la cual la persona “siente” que tiene que actuar, fortalece el correspondiente tendón o nervio y causa que la santidad a more en él. Fallando en no poder resistir la tentación o en no realizar la mitzvá debilita el órgano o el nervio y provoca que more en él un espíritu de impureza. Cada nervio y cada día tienen una fuerza angelical correspondiente.

Y aquí vemos que el 9 de Av es uno de esos días y su ángel correspondiente es Satán, que es uno de los 365 ángeles.


Esta es la razón por que la Torá dice “los Hijos de Israel no comen [‘et’] el nervio ciático que está en el encaje del muslo hasta hoy porque él [el ángel ‘Satán’] dañó la pelvis de Iaacov en el nervio ciático”. (Génesis 32:33)

Iaacov fue dañado en la región pélvica, porque era allí donde Satán podía reclamar que no había seguido la Torá casándose con dos hermanas. Aunque este argumento es refutado por muchos motivos, no obstante, le dio al ángel acusador un control sobre Iaacov.


Nota que el texto incluye la palabra “et” (entre corchetes) que parece innecesaria y sólo tiene una relevancia gramatical, en general muestra la intención de añadir algo al texto que de otro modo podría quedar excluido.

La palabra “et” viene a incluir el 9 de Av en el que no hay que comer o beber.

Por lo tanto, el texto se interpreta como subrayando el hecho de que a pesar de que no hay comer o beber en el 9 de Av, incluso en ese día también se prohíbe específicamente comer el nervio ciático.

Debido a esto [está claro] que el Santo, bendito sea, vio todo y le dio una insinuación de estos a Iaacov.


Y Iaacov se quedó solo; y un hombre luchó con él hasta el amanecer. (Génesis, 32:25) Esto demuestra que el ángel trató de culparlo todos los días del año y en cada uno de sus nervios, y sólo encontró atraparlo en el nervio ciático. Inmediatamente el poder de Iaacov se debilitó, y en los días del año, este [debilitamiento] corresponde al 9 de Av.

Una vez que la fuerza de una extremidad o nervio está dañado por un pecado, o en el caso de un tzadik como Iaacov incluso una insinuación de un pecado, esto permite que las fuerzas externas que causan “accidentes” y las enfermedades ganen poder sobre ellos.
El Midrash pregunta por qué el ángel pidió ser liberado en la madrugada y responde que ese día el ‘Satán’ había sido elegido entre las miríadas de ángeles para dirigir el servicio de la oración celestial. ¡Él fue elegido porque había sido golpeado! ¡Vemos de esto que su papel no es ganar! Se supone que debemos superar las pruebas de la tentación, y cuando lo hacemos elevamos incluso las fuerzas negativas más poderosas a su fuente en la santidad.

En este día se incrementa el poder de ‘Satán’, y el juicio severo pasó a nosotros [causando que toda una generación muera en el desierto después de que creyeron en el informe de los espías] y el Templo fue destruido. Y es así que cualquier persona que come el 9 de Av se considera como si come del nervio ciático.

Vemos, pues, que no es un “accidente” que tantos desastres hayan ocurrido a los descendientes de Iaacov en este día. Es el resultado de una debilidad de ceder a la tentación que debemos resolver para rectificar y el ayuno fortalece esta resolución en su nivel más básico. Tenemos que luchar constantemente con la tentación de comer o beber en este, uno de los días más calurosos y más incómodos del año. Al tener éxito fortalecemos las fuerzas de la santidad en nuestro propio cuerpo y damos fuerza a la reconstrucción del Templo.

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Zohar, Vaishlaj, pág. 170b; – en negrita: Zohar, letra común: traducción al inglés y comentarios de Simja-Shmuel Treister

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