EL DESCANSO Y LA HERENCIA

Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

Vive con el Tiempo, lee la porción de Torá de hoy para comprender esto:

“Porque no han venido hasta aquí para el descanso ni a la herencia”.
[Devarim 12:9]

כי לא באתם עד עתה אל המנוחה ואל הנחלה

“Ki lo batem ad atá el hamenujá veel hanajalá.

Jazal interpreta “el descanso, este es Shilo. Y a la herencia: esto es Ierushalaim.” En otras palabras, cuando el Tabernáculo fue construido en Shiló, fue el primer “descanso”, y entonces estaba prohibido sacrificar en cualquier otro lugar. Luego, después de la construcción del Templo Sagrado, nuevamente se prohibió ofrendar sacrificios en otro lugar, esto fue la “herencia”.

La frase “el descanso y la herencia” es una reminiscencia de los primeros versículos de la parashá, [Devarim 11:26] 

“la bendición… y la maldición”

“את הברכה… ואת הקללה”,

habrajá veet haklalá

(y en ambos, las iniciales de las palabras son אהוה, Ekié, el Nombre de Dios de guematria 17, טוב, tov, bueno).

¿Hay una relación entre ambas cosas? De hecho, el descanso es una bendición y bueno, como está escrito: [Bereshit-Génesis 49:15]

“Y vio que el descanso es bueno”

“וירא מנוחה כי טוב”

Vairá menujá ki tov.”

Pero para alcanzar “una herencia” tenemos que pasar por la maldición, es decir, tenemos que descubrir la potencia atesorada en el lado negativo y transformarlo en buena.

Hoy estamos en Ierushalaim, pero todavía no hemos alcanzado “el descanso y la herencia”. El lugar físico no es suficiente, debemos lidiar con la maldición, descubrir dentro de nosotros las fuerzas profundas que la convierten en una bendición, y entonces merecer la herencia eterna con el Reino de la Casa de David y la construcción del Beit Hamikdash.

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