IEHOSHÚA Y PINJÁS, LA PRESTEZA MODERADA

41. Parashá Pinjás el Cohén
Meditación diaria del Rabino Itzjak Ginsburgh

“La porción de Musafim” (Ofrendas Adicionales en el altar exterior del Templo Sagrado) se abre con la Ofrenda Diaria (Korbán Tamid): Dos ovejas todos los días. [Bamidbar 28:1]
“Ordena a los Hijos de Israel, y les dirás a ellos que el sacrifico para mi alimento como ofrenda de fuego, un aroma grato para Mí, serán cuidadosos en ofrendarme en su momento”.

צַ֚ו אֶת־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וְאָֽמַרְתָּ֖ אֲלֵהֶ֑ם אֶת־קָרְבָּנִ֨י לַחְמִ֜י לְאִשַּׁ֗י רֵ֚יחַ נִֽיחֹחִ֔י תִּשְׁמְר֕וּ לְהַקְרִ֥יב לִ֖י בְּמֽוֹעֲדֽוֹ:

“Tzav et Bnei Israel veamarta aleihem, et korbaní lajmí leishai, reiaj nojojí, tishmerú lehakriv li bemoadó.”
Después la porción continúa con las Ofrendas Adicionales: El Musaf de Shabat, el Musaf de la Luna Nueva y las ofrendas de Musaf de todas las festividades.
En la porción de la Torá del miércoles, leemos que Di-s ordenó a Moshé que nombrara a Iehoshúa ben Nun como el líder para continuar después de él. ¿Por qué fue elegido Iehoshúa y no Pinjás, que es mencionado y alabado al comienzo de nuestra porción de la Torá?
Iehoshúa sobresale por su diligencia y perseverancia: “Él no se moverá desde el interior de la tienda”. Día tras día sirve a Moshé como una Ofrenda Diaria. Pinjás, por otro lado, sobresalió por su extraordinario acto de celo y sacrificio, un entusiasmo sagrado que excede los límites normales, similar al Musaf, ofrenda adicional.
La Ofrenda Diaria es la base, por lo tanto, cuando se determina la identidad del nuevo líder se elige a Iehoshúa. Pero a su lado tiene que estar el “condimento” imprescindible de Pinjás que rompe las barreras.
El Baal Shem Tov nos enseñó un fundamento importante para el servicio a Di-s: “La Presteza Templada”. La prontitud es el rasgo de Pinjás y la moderación es el rasgo de Iehoshúa. La moderación por sí sola puede convertirse en pereza. La prontitud sola puede convertirse en impulsividad. Los dos deben estar juntos para producir el rasgo de carácter apropiado.

[Del libro de Rabi Ginsburgh, Hameimad Hapnimi, La Dimensión Interior]

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