JAI ELUL Y LAS MAXIMAS DEL BAAL SHEM TOV

El día dieciocho del mes de Elul, 12 días antes de Rosh Hashaná, es el día en que nació Rabí Israel Baal Shem Tov, en 1698. El 18 ó ‘Jai’ Elul fue también el día en que reveló el movimiento jasídico en su 36 cumpleaños en 1734. Ello presenta una preciosa oportunidad para inculcar en nuestras vidas sus principales enseñanzas y su esencia. Para empezar, aquí están algunos de los principios que él hizo famosos, que se encuentran en posesión de un nieto del Baal Shem Tov en Hamburgo (copiado de la sagrada escritura del Admor Moharash, el cuarto Rebe de Jabad).

1. Toda la Torá y el mundo entero contienen sino la Luz del Infinito (bendito sea) oculta en su interior. Todos los versículos que hablan de esto, tales como «no hay otro más que Él» y «Él llenó los cielos y la tierra», deben ser tomadas literalmente.

No hay acto, palabra o pensamiento en el que la esencia de la divinidad no esté comprimida y oculta.  Así que cuando miras y ves con el ojo de tu mente, ves el aspecto interior, la fuerza vital de cada cosa, no sólo su capa externa, superficial. No verás sino el poder Divino dentro de todas las cosas a las que les está dando vida, ser y existencia en cada momento.

Y cuando escuchas con cuidado la voz interior dentro de cualquier sonido físico que escuches, oirás sólo la voz de Di-s que, en ese momento, está literalmente dando vida y existencia al sonido que estás escuchando.

2. El «exilio de la Presencia de Dios» se refiere a la fuerza vital y el poder divino que da vida y existencia a una persona, incluso en el momento en que está transgrediendo la voluntad de Di-s.

3. La inclinación al mal y la lujuria son agentes de Di-s. Ellos llevan a cabo la voluntad de Di-s de engañar a una persona con el fin de que pueda superarlos.

De ellos puedes aprender a ser tan poderoso como son ellos. Así como nunca flaquean en su trabajo, sino están tratando de destruirte de día y de noche (porque una persona siempre desea lo que sus ojos ven y lo que sus oídos oyen), así como ellos son felices y están encantados de llevar a cabo la voluntad de Di-s, debería estar claro para ti que Dios quiere que los superes hasta conquistarlos por ti mismo y todos tus deseos estén bajo tu control, hasta transformarlos para el bien.

Esta idea se alude en el verso: «Vamos a tomar de él [del rebaño] para servir a Di-s» (Ex. 10:26) significando que vamos a aprender una lección de la inclinación al mal y actuaremos con esa decisión para cumplir la voluntad de Di-s. Y una palabra es suficiente para el sabio.

4. Al no tener un origen [Divino], el mal no viene de Cielo. Sin embargo, el mal que existe tiene una fuerza interior que le da vida. Y éste [poder interior] es bondad total. Así, si nos fijamos en el aspecto interno del mal, sólo se verá el bien que hay en él.

5. Una persona tiene que aferrarse a las palabras que dice. Debido a que cada palabra contiene un alma y divinidad, cuando te aferras a ellas estás conectándote con la Divinidad.

6. Todo lo que sucede en el mundo, no importa lo insignificante que sea, proviene de Di-s. Y por lo tanto no te preocupes si lo que ha ocurrido concuerda o no con tu voluntad.

7. Pensar en el día de su muerte o el temor al castigo en el infierno no hará despertar el corazón de una persona al servicio  a Di-s. Pero el anhelo de aferrarse a la fuente de la vida y de la bondad sí lo hará. Y tampoco ayunar o atormentarse será de ninguna ayuda. Pero perderse uno mismo en la profundidad del anhelo propio sí lo hará.

8. Cada persona por propio derecho es [esencialmente] una Torá espiritual completa. Si él va en el sendero de Di-s, ésta [la Torá] es absorbida por su ser, de acuerdo a su nivel.

9. Cuando una persona reza por algo que  necesita,   debe orar por la fuerza vida divina  oculta dentro de esa cosa y que le da vida, y que ahora está sufriendo a causa de que carece de ello. Y   uno debe pedir a Dios tenga piedad por Su fuerza vital que oculta en esa cosa.

10. La Providencia de Di-s se extiende a todos los seres creados, incluso a objetos inanimados y plantas. No hay nada que no se supervise desde lo Alto en cada detalle. Todo fue hecho con una intención particular. Y una palabra es suficiente para el sabio.

Podemos agregar que Jai Elul inicia la cuenta final hacia Rosh Hashaná. Se enseña que estos últimos 12 días corresponden a los 12 meses del año que termina. En cada día consecutivo, miraremos  en nuestros «libros de contabilidad», comprobando si servimos a Di-s en nuestro máximo nivel durante el mes correspondiente, y cómo tenemos que mejorar en el futuro.

El número 18 es la guematria de las letras hebreas jet-iud, que son las letras de la palabra ‘jai’, la vida.

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