“MI VIDA POR UN REINO”

La parashat Vaierá, “Y se Mostró”, está la historia de Lot y sus hijas. Es una de las historias más misteriosas de toda la Torá porque a gracias a este extraño acontecimiento, donde el padre se acuesta con sus dos hijas, nacen dos pueblos, Moav y Amón, y justamente dentro de estos dos pueblos se encuentra cierta chispa del rey Mashíaj. Y por eso hay dos “separadas”, o en la expresión de los sabios que estudiamos hace una semana brijot, “acodos” o injertos, derivado de la palabra “nibrejú”, “se bendecirán en ti”. Que El Todopoderoso saca de la nación de Moav a Ruth la moavita y de Amón a Naama la amonita, y justamente de esta manera oculta surge el alma del rey Mashíaj.

En apariencia, al leer esta historia parecería ser un acto completamente depravado, y también literalmente Rashi trae que Abraham avinu se avergonzó grandemente de esto, cuando surgió el comentario de que su sobrino, Lot, se allegó a sus dos hijas. Por eso se alejó de él. Pero si lo vemos desde el aspecto interior, e incluso según lo explican los sabios, no es tan claro que sea un acto depravado. Más todavía, dicen los sabios de bendita memoria que la intención de esas hijas fue en aras del cielo. Estas hijas pensaron que el mundo fue arrasado y destruido, y como también el verso lo dice explícitamente, era la única forma de generar descendencia y hacer que el mundo siga existiendo, de acuerdo a su imaginación. Comenzando por la hija primogénita que tuvo la iniciativa de esta maniobra, y fue la madre de Moav

Ahora ¿cómo describe el verso esta relación sexual, donde las hijas de Lot se acostaron con él? Está escrito en la Torá [Bereshit 19:33]:

“…Y vino la primogénita y acostó a su padre, y [él] no supo que se acostó y se levantó”

“…ותבא הבכירה ותשכב את אביה ולא ידע בשכבה ובקומה”

Vatavó habejiráh vatishcav et avíah velo iadá beshijváh uvekumáv

Los sabios dicen sobre esto algo muy fuerte: “‘Y vino la primogénita’, dijo Rabi Jía bar Abin que dijo Rabí Iehoshúa ben Korjah: ‘La persona siempre tiene que anticiparse para cumplir un precepto, porque por una noche que se anticipó la primogénita a la más joven, ameritó y se anticipó 4 generaciones en el reino de Israel'”.

¡Es algo asombroso! La primera que vino y se acostó con su padre, después de darle de beber vino y emborracharlo, aunque al final está escrito que en realidad sí percibió lo que sucedía, y sin embargo no se cuidó la segunda noche. De todas maneras estaba en un estado de embriaguez potencial, y vino la primogénita y se acostó con él, y luego al día siguiente, le dijo a su hermana menor “me he acostado ayer con mi padre, ven tú también esta noche y acuéstate y tengamos descendencia de él”, y así fue.

Ahora, los sabios dicen aquí algo, como dijimos, asombroso. Ante todo llaman a esto “dvar mitzvá“, el cumplimiento de un precepto. O sea, no sólo que no es una trasgresión, no es una depravación que el padre se acueste con la hija, sino que lo llaman “cumplir un precepto”. Y dicen más que esto, por el mérito de que esta primogénita se anticipó, se adelantó a su hermana en cumplir un precepto, de aquí aprendemos para todas las personas, para toda la humanidad, para toda la Torá, para todos los judíos, que siempre hay que apurarse para cumplir un precepto. Lo aprenden de esta primogénita, que en mérito de esto consiguió adelantarse 4 generaciones en el reinado de Israel.

¿Qué significa? Que de ella, la primogénita, salió Ruth la moavita, que es la madre de Oved, su marido fue Boaz, el padre de Oved, y luego vinieron Ishai y David. Luego vino el rey Shlomó. ¿Cuántas generaciones hay aquí? Oved, Ishai, David, Shlomó, y sólo después de 4 generaciones Shlomó desposa en su matrimonio sagrado a Naamá la amonita y de ella nace Rejavaam, y luego continúa la cadena del reinado de la casa de David. Hashem hace una casa fiel para David el rey.

Entonces Ruth se anticipa a Naamá por 4 generaciones, y los sabios relacionan esto que fue por el mérito de la primogénita que se acostó con su padre una noche antes. Entonces es como que una noche equivale a cuatro generaciones.

Ante todo hay aquí una relación de 1 a 4, relación que vemos en muchos lugares en la Torá. Pero no es una relación equivalente de 1 a 4, de 1 noche a 4 noches, sino de 1 noche a 4 generaciones. Y de esto aprenden que hay que anticiparse en el cumplimiento de un precepto.

Ahora, de los escritos del Arizal surge que la buena intención de las hijas, de esas dos hijas de Lot, la intención misma es la raíz del alma de esa separación o acodo bueno que nacerá de esa relación teóricamente prohibida de padre e hija. O sea que el pensamiento bueno de la primogénita es la propia Ruth la moavita, y el pensamiento bueno de la menor es la propia Naama la amonita. Y esto es justamente cuando, como con todo el secreto de la continuación del alma del Mashíaj en todas la sucesión de las generaciones, se inviste dentro de algo que aparentemente, superficialmente, se ve como una tremenda transgresión. Como dijimos antes, que también Abraham se avergüenza de esta historia totalmente, y se aleja completamente de Lot a causa de esto.

Y sin embargo hay allí una chispa sagrada, de un acto de mitzvá, que es el alma de esas dos conversas, de Ruth la moavita y Naama la amonita.

Ahora, el hecho de que en nuestra parashá esté esta enseñanza de que la persona tiene que anticiparse respecto a un asunto de preceptos, está conectado también con la historia que se encuentra al final de la parashá, que es el moménto culminante de la parashá y uno de los momentos culminantes más grandes de toda la Torá, que es el sacrificio, el sacrificio de Itzjak. Y allí está escrito dentro del verso que dice:

“וישכם אברהם בבקר ויחבש את חמורו”

Vaiashkem Abraham bavoker vaiajbosh et jamoró

Y se levantó Abraham por la mañana y aparejó su burro”

Los sabios aprenden la regla mucho más famosa que de la cual hablamos hasta ahora, que “los rápidos se anticipan a [realizar] los preceptos”. Entonces he aquí dos cosas muy parecidas, que de la historia de las hijas de Lot, especialmente de la primogénita, aprendemos que “La persona siempre tiene que anticiparse para un asunto de precepto”, y de la historia de Abraham aprendemos, del sacrificio al final, que “los rápidos se anticipan a [realizar] los preceptos”. ¿De quién aprendió esto? Porque la historia de Abraham viene después de esta historia.

Es un bello ejemplo de lo que se dijo muchas veces, que hay un fenómeno que primero aparece con una vestimenta de lo contrario de lo sagrado, y luego el mismo fenómeno vuelve de manera sagrada. También aquí, el tema de apurarse, y anticiparse para cumplir un precepto, primero está en la primogénita de las hijas de Lot y luego vuelve al final de la parashá en el sacrificio de Itzjak, “Y se levantó Abraham a la mañana”, “los rápidos se anticipan para cumplir los preceptos”.

En particular, los sabios utilizan esta enseñanza, que se aprende del sacrificio de Itzjak, pero esta halajá, esta ley de que “los rápidos se anticipan en cumplir los preceptos”, se aprende en especial del precepto del brit milá, el pacto de la circuncisión, que hay que adelantarse y hacer la circuncisión a la mañana. Esto indica que en esencia, el asunto de “adelantarse para una cosa de preceptos” o “los rápidos se adelantan para los preceptos”, es como la rectificación del pacto la circuncisión, por el corte de la orlá, del prepucio. Lo que demora es como el fermento, el jametz, la levadura de la maza, que demora el cumplimiento de la mitzvá. No hay que dejar fermentar-desaprovechar las matzot, las mitzvot [ambas se escriben מצות], es la orlá. Y hay que cortar, hay que hacer el brit milá, la circuncisión. Es una indicación de que la primera en hacer como un brit milá, hay algo aquí muy profundo, es la hija primogénita de Lot, que estuvo con su padre, “vayamos a darle de beber vino a nuestro padre”, [Bereshit 19:32], tales las palabras iniciales.

לכה נשקה את אבינו יין

“Lejáh nashké et avinu iain”

“Vayamos a darle de beber vino a nuestro padre”

De guematria 1050, תשמיש, tashmish, “contacto sexual”, el secreto del acto sexual en general. Y realizó aquí una mitzvá, y en su pensamiento ella es esa tzadiká, esa justa, la conversa de la cual aprendemos todas las leyes de la conversión y muchas otras cosas muy sublimes, es Ruth la moavita, Ese fue todo su pensamiento, y de ella aprendemos aquí que hay que ser rápido, apurarse a cumplir con un precepto.

Algo similar sucede con respecto a Abraham nuestro patriarca. Quien observa superficialmente lo que hizo, como muchas personas ingenuas se asombran, ¿cómo puede ser que el padre fue a sacrificar a su propio hijo?! También aquí, no ven exactamente el cumplimiento de un precepto, se podría pensar que es algo contrario a una mitzvá. Pero sin embargo, justamente allí se encuentra la enseñanza de “los rápidos se adelantan en cumplir con los preceptos”. Todo aquel que es fiel al pueblo de Israel, cuando lee acerca de la Akedát Itzjak, el amarramiento de Itzjak, que es el cénit de todas las pruebas del servicio de la vida de Abraham Avinu, ve aquí un aspecto de [Irmiahu 15:18] “extraer lo valioso de lo vil”. Hashem no quería que sacrifique a su hijo, y el sí pensó en hacerlo. Entonces lo que pensó no es correcto, no es la voluntad de Dios. Sólo es la voluntad de Hashem que piense lo contrario de la voluntad de Dios.

Así Dios quizo, que se equivoque en su pensamiento. Entonces el deseo de Hashem es que piense no de acuerdo a la voluntad de Dios. Esto es también algo completamente paradójico, ponerse por encima de los opuestos. De todas maneras existe cierta klipá, una “cáscara impura”, y justamente cuando está esta klipá entonces hay que apurarse, porque si no se pierde o desperdicia la oportunidad. Justamente en situaciones como estas en que las cáscaras se invisten en cierta chispa que hay que liberar, extraer lo valioso de lo inútil, hay que apurarse mucho.

Y justamente por el mérito de que la primogénita se adelantó una noche, se adelantó en el reinado. De aquí aprendemos que este secreto de que “los rápidos se adelantan en los preceptos”, está conectado con la rectificación del Maljut, “el reinado”, en general. Porque toda la evolución, el desarrollo y desencadenamiento de causa y consecuencia del reinado se produce por caminos no caminos sagrados. Este es el secreto del reinado, del Mashíaj. También el amarramiento de Itzjak es para extraer el reinado, revelar el reinado, la raíz del reinado en el pueblo de Israel.

De todas maneras la moraleja que extraemos de aquí es que hay muchas situaciones en la vida en que hay confusión de las motivaciones y los pensamientos, y superficialmente se puede ver como no del todo correcto, pero interiormente hay cierta intención en aras del cielo, y esa intención altruista en el futuro nacerá como un alma, que en el futuro llevará al reinado del pueblo de Israel, y hay que apurarse, “los rápidos se adelantan en los preceptos”. Hay que anticiparse una noche, acostarse con el padre para extraer el alma valiosa de Ruth la moavita.

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