PARTE 19  EL CAMINO DE LA AUTOMOTIVACIÓN

Como vimos en el versículo de Proverbios:

Educa al joven de acuerdo a su camino
e incluso cuando sea anciano no lo abandonará.

lo particular debe estar presente dentro de lo general (“educa al joven de acuerdo a su camino”). La inspiración desencadena el proceso de crecimiento estimulando el deseo de bien que yace dentro de la raíz inconciente de cada alma. No obstante, con toda la excitación y el dramatismo de las emociones, es algo típico que los estudiantes sólo vislumbren las posibilidades, pero todavía no produzcan de ninguna manera un cambio real. Deben trabajar, esforzarse y sacrificarse para construir verdaderamente esta nueva conciencia en sus personalidades, porque de lo contrario, cuando pase el romance volverán a quedar impasibles, ya que incluso en la cúspide de su inspiración, aún permanecen aferrados por las limitaciones de la personalidad, con la única diferencia de que ahora tienen un objetivo.

Un educador debe encaminar ambos aspectos, a qué está aferrado cada estudiante en particular y hacia dónde se quiere dirigir. Los esfuerzos del educador producirán frutos -esto es, motivarán el crecimiento espiritual de sus estudiantes- únicamente si se ajustan de manera realista y apropiada al nivel y la personalidad de cada educando. Por eso un padre motiva a su pequeño hijo con una golosina, pero un maestro incentiva al estudiante con distinciones y reconocimientos en el aula. El maestro debe ser atractivo a los intereses del estudiante a pesar de que parezcan superficiales e intrascendentes, pero cuando se realiza el balance final sólo variará el estuche, pero el contenido de las enseñanzas permanecerá esencialmente igual para todos. Esto es así porque en todo despertar verdadero hay un punto escondido de objetividad que puede evolucionar hacia una percepción de la verdad universal que va más allá de la subjetividad miope de cada personalidad.

Si el educador se asegura que lo particular está incluido en lo general, sus enseñanzas serán potentes, podrá conducir a sus estudiantes hacia la armonía con la voluntad de Di-s y liberarlos de la dependencia de la recompensa y el castigo externos. Los estudiantes adquirirán su automotivación; su internalizado nuevo amor por Di-s los obligará desde adentro a ir en busca de ese punto de verdad que se intuye más allá del horizonte.

La segunda mitad del verso de Proverbios describe la presencia de lo genérico dentro de lo particular (“incluso cuando sea anciano, no lo abandonará”). “Anciano” indica aquí la consumación completa del propósito de vida de la persona, incluso entonces no abandonará el deseo básico del bien que caracterizó su despertar inicial.

La necesidad de incluir la inspiración dentro de la integración se hace más evidente durante las crisis, cuando el estudiante cae desde el nivel de conciencia que había conseguido antes. En esos momentos pierden temporalmente la amplitud de su visión y caen a su estado básico, a tierra. A pesar de que estos “desvanecimientos” son alarmantes y terriblemente estremecedores, sin embargo, hacen posible el crecimiento. Al nulificar el estado de ser previo, permiten que emerja una percepción nueva y más perfecta.

El maestro planta la semilla de la integración dentro de la iniciación sugiriendo, tanto explícita como implícitamente, la manera en que sus estudiantes pueden beneficiarse aplicando el nuevo conocimiento a la situación particular de sus vidas. De esta manera los estudiantes ganan otro punto de apoyo -crean una conexión interior con esa nueva idea y crean así un lugar para comenzar a incorporarla a sus personalidades. En caso contrario el concepto puede abrumarlos; su complejidad, su elevación o sus implicaciones pueden paralizar sus habilidades para asimilar la información o incorporar el cambio.

Si la inspiración infunde integración, entonces en el caso de un lapsus o regresión su caída será amortiguada, su estado inicial de inspiración y su compromiso general con el bien no le permitirá hundirse más allá de cierto punto y tampoco sentirse tan perdidos como para tener dificultades en retornar al hogar –el lugar interior desde donde comenzar nuevamente la travesía en pos de la verdad, el bien y la realización de la voluntad de Di-s.

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