PARTE 23  LEALTAD

Atrás está el mandamiento: Y no seguirás tras tu corazón y tras tus ojos…

Esta es la mitzvá de guardar nuestra mente de pensamientos y deseos extraños, es decir, arrogantes o lujuriosos. Estos tienen el efecto de desviar nuestra atención de Di-s y confundir nuestras prioridades. Si uno ha cumplido los primeros cinco mandamientos como lo hemos descripto, se esforzará por proteger de la disolución a su preciosa relación con Di-s.

El Sello de la Verdad

Este mandamiento es el “sello de la verdad” ( emet ) respecto de los cinco anteriores, la medida real de nuestra relación con Di-s. Este sello afirma que todos nuestros placeres y deseos están permeados por la voluntad Divina, que hemos tratado de comprender como el espacio que nos rodea. La raíz de la palabra “verdad” en hebreo significa “lealtad”. El “sello de la verdad” connota en cabalá la sefirá de iesod , que corresponde en el cuerpo al órgano reproductor, como ya se mencionó. En este caso, somos leales (“verdaderos”) con nuestro cónyuge. En nuestra relación con Di-s, nuestro novio “Divino”, nuestros deseos y placeres están permeados por Su voluntad y están dirigidos sólo a Él. “El justo es el fundamento [ iesod ] del mundo”. El justo de cada generación, “el [pilar] de la generación”, es como Adán antes del pecado. Fue creado en el sexto día y representa el “sello de verdad” con respecto a toda la creación que le precedió. “Verdad” es darse cuenta que se alcanzó la meta, el propósito de la creación, el hombre, el justo, el que es capaz de revelar a Di-s en el mundo.

Inicialmente, el hombre es el “inconciente” oculto de la creación, su “atrás” inicial. Adán y Eva fueron creados como mellizos siameses, con Eva en la espalda de Adán. Así como Eva es el lado inconciente inicial de Adán, éste es en general (la Torá denomina a ambos como “Adán”), el inconciente inicial del mundo, su razón de ser . Son muchos los versículos de la Torá que hablan de servir a Di-s como “ir tras [‘detrás de’] El”, aludiendo al sexto mandamiento continuo de la Torá “y no seguirán tras sus corazones y tras sus ojos…”, con lo cual ameritamos ir tras Di-s con perfecta lealtad.

Además, esta mitzvá incluye el requerimiento de no buscar a Di-s en “caminos” que no sean los senderos de la Torá. Aunque ellos pueden incitar al que busca con promesas de una excitante o más inmediata gratificación espiritual, si permanece fiel a sus ideales, enfocará su mente y su corazón solamente en Di-s de la manera en que El se hizo “disponible”, por así decirlo, a través de los “caminos” o el estilo de vida de la Torá. Entonces, la Torá nos enseña cómo afrontar el desafío de hallar a Di-s en todos los aspectos de la realidad.

Proteger la Espalda

Como el enemigo prefiere atacar por la “espalda”, es decir, trata de sorprendernos desprevenidos, este mandamiento está ubicado “detrás” de la conciencia, como un campo de fuerza protector de fondo. Más aún, “adelante” y “atrás” indican a menudo en Cabalá ”lo deseado” y “lo indeseado” (o “menos deseado”), respectivamente. Si uno cumple los primeros cinco mandamientos, está seguro en el sexto que las tentaciones extrañas de este mundo estarán realmente “detrás de él”, motivo por el cual el versículo será “Y no irás tras [literalmente “detrás de”] tu corazón y tras [“detrás de”] tus ojos”.

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