PARTE 5    ENTRANDO A UN NUEVO ESTADO DEL SER

Los sabios explican que cuando la Torá nos exige “ingresar” a algo nuevo, ya sea una nueva tierra o un nivel superior de percepción, debemos hacerlo con todo nuestro ser. Si dejamos un pie afuera de la puerta no es realmente entrar. Incluso si nuestro cuerpo está físicamente en el nuevo lugar, mientras que nuestro pensamiento permanezca afuera, no hemos ingresado por completo a un nuevo estado de conciencia.


Así también es con el crecimiento y el cambio. Nos puede parecer que experimentamos la exitación de la iniciación, siendo inspirados a cambiar nuestra vida para incorporar verdades y conocimientos nuevos. Incluso podemos proceder a realizar ajustes en nuestra personalidad y estilo de vida que pueden parecer de importancia, pero que de hecho son bastantes superficiales. Entonces viene el rudo despertar, nos sobresaltamos al darnos cuenta de que no hemos sido iniciados realmente y no hemos incorporado completamente nuestra nueva visión de la forma de ser. Cuando sucede esto, el problema de fondo es nuestra falta de compromiso.


Por ejemplo, una madre puede leer un nuevo libro para padres y ser inspirada por una nueva estrategia para educar a sus hijos sin amenazas ni alzar la vos. Prueba varias veces y verdaderamente parece funcionar, pero en el momento en que algo no va como corresponde, se siente frustrada, pierde su control y termina por regresar justamente a donde había empezado. Esto refleja la ambivalencia que hay en los niveles del ser que no fueron alcanzados por la iniciación y no comparten una causa común con sus objetivos. Estos niveles del ser permanecen inconmovibles y sin motivación, identificándose con los métodos viejos, familiares y habituales de enfrentar la situación. En otras palabras, la iniciación no fue completa y por lo tanto no se tuvo éxito en el subsecuente intento de integración.


El proceso de entrar a nuevos niveles de conciencia y visiones de cambio demanda descartar las asunciones, expectativas y hábitos de comportamiento previos (1). Esta depuración de lo viejo es siempre un prerrequisito para ingresar a un nuevo nivel del ser. La seguridad imaginaria de querer permanecer tal como somos es ahora una barrera para lo que podrías llegar a ser.

NOTAS
(1) Esta es realmente una forma de teshuva (o “retorno a Di-s”). El paralelo entre teshuvá y el ingreso a la Tierra de Israel es apoyado además por el hecho de que la palabra teshuvá, cuya raíz significa “retornar”, aparece en la Biblia más frecuentemente en relación con el retorno del pueblo judío su Tierra. Esto nos enseña que en su sentido más profundo, la aliá (el ingreso a la Tierra de Israel) es la manifestación más perfecta del retorno a Di-s, la entrada física y espiritual a un estado del ser completamente nuevo.

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