PARTE 9   DAAT SUPERIOR Y DAAT INFERIOR

Continuando con nuestro estudio de la tercer mishná del Sefer Ietzirá, vemos que comprende veintidos elementos:

  1. Los diez dedos de las manos, correspondientes a las diez sefirot del mundo de Atzilut, el mundo de la conciencia exclusiva de daat elión;
  2. Los diez dedos de los pies, correspondientes a las diez sefirot del mundo de Briá (y los otros mundos inferiores), cuya conciencia es la de daat tajtón y
  3. Los dos puntos de balance: la lengua y el órgano reproductor.

Podemos asociar estos veintidós elementos del cuerpo físico con las veintidós letras hebreas, de acuerdo con el siguiente esquema (la lengua encima de los diez dedos de las manos y el órgano reproductor por sobre los diez dedos de los pies):

     alef     
           
cafiudtetjetzain vavheidaletguimelbet
           
      lamed     
           
tavshinreishkuftzadik peiainsamejnunmem

Vemos que según este diagrama las dos letras que corresponden al “pacto único” (manifestado en sus dos niveles) —alef y lamed— se combinan para formar el Nombre Divino Kel, que aparece en el versículo:

Di-s [Havaiá] es un Di-s [Kel] de dos [niveles de] conocimientos.

Este versículo, que pertenece al cántico de agradecimiento que Jana canta en el nacimiento de su hijo Shmuel, es la referencia bíblica de la existencia de dos niveles de daat, como se describe en el capítulo 8. Vemos así que esto está aludido en el Nombre Kel, las dos letras que aparecen en el lugar de las dos manifestaciones del “pacto único” del diagrama anterior:

  1. Alef corresponde a la sabiduría y percepción intuitiva de la mente, como está dicho: “Voy a enseñarte [alef] sabiduría”.
  2. Lamed corresponde al poder emotivo del corazón, ya que esta letra representa al “corazón” (lev) en la Torá.

Así aprendemos que la percepción interna de la mente (la conciencia de daat elión) halla su expresión interna en la lengua, mientras que la emoción interna (amor) del corazón (daat tajtón) tiene su expresión externa en el órgano reproductor.

Cuando se elevan las manos, como cuando los sacerdotes bendicen al pueblo, la lengua (que bendice) está entre los dedos; mientras que cuando las manos bajan, el órgano reproductivo está entre ellos. A la inversa, encontramos en la Biblia que el idioma de la lengua “camina”, como los pies.

Aunque se explicó arriba que el daat superior de la alef sirve para balancear los diez dedos de las manos —las diez sefirot del mundo de Aztilut— y el daat inferior de la lamed sirve para balancear los diez dedos de los pies —las diez sefirot de Briá y los mundos inferiores—, vemos aquí que hay una relación entre el daat superior (la lengua) y los mundos inferiores (los dedos de los pies), y entre el daat inferior (el órgano reproductor) y los mundos superiores (los dedos de las manos).

La unión de las sefirot supremas de Atzilut da origen a la conciencia del daat inferior desde Briá para abajo. El servicio del alma en los mundos inferiores revela, en definitiva, el daat superior en la tierra.

Más aún, la alef y la lamed, o sea el daat superior y el daat inferior, de la lengua y el órgano reproductor a veces se invierten. Así, las emociones del corazón encuentran su expresión en las palabras, y la esencia seminal de la mente “se contrae” en la semilla del órgano reproductor.

Podemos entender ahora el motivo del orden de las dos manifestaciones del “pacto único” que presenta la mishná es: primero “la palabra de la lengua” y luego “la circuncisión del órgano reproductor” (aunque según el servicio Divino de jash-mal-mal, descripto anteriormente, el orden es inverso). En definitiva, la revelación de la esencia Divina (en la tierra) depende de la rectificación y santificación de “la circuncisión del órgano reproductor”.

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