¿POR QUÉ ITZJAK AMA A EISAV?

La Bendición de Itzjak

“Y amaba Itzjak a Eisav porque tenía la presa en su boca y Rivka ama a Iaacov” [Bereshit 25:28]. ¿Por qué Itzjak ama a Eisav? ¿Acaso en verdad no sabe que hace esta “joyita” de persona? ¿Por qué quiere bendecirlo y no a Iaacov “el que mora en las tiendas”? ¿Y por qué después que Iaacov “roba” las bendiciones Itzjak acepta, diciendo “también será bendito”?
Quizás no exista comentarista o intérprete de la Torá en todas las generaciones que no se ocupe de estas preguntas, y también nosotros meditaremos un poco en ellas a nuestra manera, según las enseñanzas del Jasidut. La clave para entender la parashá se encuentra en la figura de Itzjak Avinu y su tarea especial, y para entender esto haremos una comparación entre Itzjak y Abraham avinu.


Abraham: Difundir luces


Abraham vino a iluminar el mundo, “dijo Hashem, ¿hasta cuándo el mundo se conducirá en la penumbra? ¡Que venga la luz! ‘Y dijo Elokim sea la luz’, es Abraham, sobre esto está dicho ‘quién despertó desde el oriente justicia etc.’ No digas despertar [להעיר , lehair] sino iluminar [להאיר , lehair]’ [Bereshit Rabá 2:3] Abraham fue de un lado a otro, entre los hombres del mundo sumidos en la banalidad y la ignorancia, y proclama el Nombre de Dios, enseña el conocimiento de Dios, fe y amor. Su misión principal es difundir más y más.


¿Y qué dice Abraham sobre la realidad inferior en sí misma? ¡Parece que no le interesa tanto! El mundo tal cual es no está alejados de Dios, y nuestro cometido es aumentar la luz, más y más luz Divina que aleje automáticamente la oscuridad, porque “un poco de luz disipa mucha oscuridad” y más todavía mucha luz. Cuando Abraham se encuentra con otras personas, se hace un shelíaj, un enviado para llenarlos de “campañas”, de actos de Torá y preceptos y buenas acciones. Hay un mundo grande y extenso, pero nuestro asunto es dirigirnos a este mundo y revelarle la fe única, la nada Divina.


Si le preguntáramos a Abraham ,¿ a dónde lleva todo esto? ¿De qué manera vez cómo tu trabajo lleva a la rectificación completa y la llegada del Mashíaj? Él dice, no se exactamente cómo ni cuándo va a suceder, pero sí sé que hay que seguir con esta tarea, despertar e iluminar a todos, eso es lo principal.  Esto recuerda las palabras del Mashíaj al Baal Shem Tov (al describir su visión durante su “elevación del alma”), que vendrá cuando “se expandan los manantiales hacia afuera [los manantiales del Baal Shem Tov, la Torá del Jasidut]”. ¡Lo principal es la difusión!


Itzjak: Cavar pozos


La tarea de Itzjak es completamente distinta, tan diferente que verdaderamente sorprende que Itzjak sea hijo de Abraham, como comienza la parashá: “y esta es la descendencia de Itzjak hijo de Abraham Abraham engendró a Itzjak”. Como si se resaltara que a pesar de la diferencia tan evidente entre ellos, para gran sorpresa, ciertamente Abraham engendró a Itzjak.


Itzjak no merodea para hacer campañas, e iluminar el mundo, y al parecer no le interesa mucho! Itzjak excava pozos, observa la realidad de abajo propiamente dicha, al mundo y sus habitantes tal como son, también en el máximo materialismo grosero y tosco, y quiere revelar la existencia de Dios en todo lugar. No iluminar la realidad desde arriba, porque la luz por más grande que sea ilumina la realidad desde afuera y no penetra en su interior. Itzjak vive la verdad superior que dice ein od milevadó, “no hay otro más que Él”, tal cual, “Todo es Hashem”, y si el mundo aparenta ser una existencia separada, algo diferente de la existencia de Hashem bendito sea, es por la mentira de este mundo, “alma de shikra”, “el mundo de la mentira”, una mentira que hay que eliminarla a revelando la verdad. Itzjak excava y perfora, profundiza más y más, para revelar que el suelo que aparece a la vista desierto y destruida, alejado de la Divinidad, en verdad oculta en su interior un “beer maim jaim”, un pozo de aguas vivientes, oculta a Dios mismo.
Por eso Itzjak ama a Eisav. Sabe que Eisav no es un gran tzadik, pero Eisav es un hombre del campo, pelirrojo y gruñón, muy vivaz y respira la grosera realidad inferior. Y esto es lo que Itzjak ama en él. Itzjak no quiere ángeles en el cielo (ya los conoce desde la akeidá), lo que le interesa es atrapar un ‘pedazo de realidad” y ocuparse de él. No iluminarla con suavidad sino poder revelar que esta realidad misma, “el ser creado” que refleja la existencia de Dios, “el Ser verdadero”. Por eso Itzjak quiere bendecir a Eisav, porque cree que con la fuerza de esas bendiciones Eisav puede verdaderamente revertirse, y justamente su tosquedad revele la Divinidad que da vida a todo.


Y si le preguntamos a Itzjak, ¿cómo conduce al objetivo lo que estás haciendo? Él contesta ¡justamente yo me ocupo del objetivo mismo! Quiero que todo el mundo, hasta la materialidad más tosca y grosera, elimine el velo que tiene y veamos a Hashem ¡en todas las cosas! Si Abraham ilumina la existencia, aumenta continuamente las velas y las luces, Itzjak busca el interruptor maestro que transforma en un solo instante la noche en día (similar a lo que cuenta rabi Najman sobre el día que se ríe de la noche, la risa [tzjok] de Itzjak).


Iaacov: Largas Depuraciones


Para entender un poco más, comparemos ahora a Itzjak con Iaacov. Iaacov es una historia diferente, no es una copia de Abraham ni de Itzjak. Iaacov no viene a iluminar la realidad desde arriba como Abraham, ni excava y profundiza hasta descubrir que todo es Divinidad. Iaacov realiza depuraciones, “mevarer birurim”. Por un lado, se parece en esto a Itzjak, ambos se ocupan de la realidad en sí misma y no se conforman con iluminarla desde arriba, pero el tema de Iaacov es encontrar y recolectar más y más puntos buenos que hay en el mundo, chispas caídas, rescatarlas y elevarlas, depurar la luz dentro de la oscuridad, como el rebaño que salva Iaacov de manos de Laván y lo adquiere para sí mismo.


En Jasidut esto es llamado avodat habirurim, la “tarea de las depuraciones”, y casi toda la Torá y los preceptos, que constituyen la principal ocupación nuestra en el mundo, es depurar. Esta tarea es obligatoriamente larga y de paciencia, como le dice Iaacov Avinu a Eisav, cuando se reúsa sutilmente a su invitación: “y yo los conduciré lentamente… hasta que llegue a mi señor en Zeir”. Despacito despacito, sin apuro, hasta que todo lo que hay que refinar esté efectivamente refinado y se hayan reunido todo lo bueno que hay en la realidad, como el rebaño que se reúne en el pozo de agua (y una bella alusión de esto: אתנהלה לאטי , “los conduciré lentamente”, tiene la misma guematria que ישראל , “Israel”, el nombre que recibió Iaacov poco antes del ángel de Eisav). Ese es el programa de Iaacov para traer la redención, un proyecto a largo plazo, lento pero seguro, hasta que se finalicen todas las refinaciones y viene el redentor a Tzión.


El Golpe de Nocaut


Pero volvamos nuevamente a Itzjak. Itzjak no se impresiona tampoco del trabajo de Iaacov, tampoco esto es el objetivo. Porque después que terminas de depurar todo, reúnes todas las cosas sagradas y buenas, la realidad inferior se queda alejada y en la oscuridad. Más aun, ahora está vacía completamente de todas las cosas buenas que había en ella. ¿Y qué hacemos con todas las klipot, las cascaras y escoria que van quedando atrás durante la refinación? ¡Quedan alejadas, encubriendo y ocultando la verdad! El Jasidut afirma que Itzjak no se ocupa de avodat habirurim, “el servicio de depuración o rectificación”, sino de avodat haijudim, “el servicio de la unificación”, o sea unificar, (conectar y aparear) toda la realidad inferior con Dios.


Si Iaacov va despacio, parece que Itzjak prefiere el sistema “de golpe y ahora”, darle un golpe a la realidad para transformarla de una sola vez en algo distinto. En nuestro caso el golpe es la bendición extraordinaria “Y te dará Elokim del rocío del cielo”, bendición que debería infundir en Eisav la revelación de la Divinidad. Iaacov seguirá habitando en su tienda, y eso está muy bien, pero el acontecimiento principal será la revolución que se producirá en Eisav. En profundidad, la raíz de Rivká es la misma que la de Itzjak, por eso son la pareja ideal de la Torá (como está dicho explícitamente que Itzjak ama a Rivká 


Pero el plan de Isaac salió mal y Iaacov robó el escenario con su madre Rivka moviendo los hilos detrás de la escena. El alma-raíz de Rivka es la misma que la de Itzjak, por eso son la pareja perfecta de la Torá. A pesar de que Rivka era consciente de cuál era la meta final, revelar que “todo es Dios”, también sabía que Itzjak estaba ya viviendo esa realidad futura y no podía ver Eisav tal como era realmente. Rivka se dio cuenta que para llegar a la práctica al objetivo común que tenían con Itzjak, deberían involucrar a Iaacov.


Rivka vio a Eisav por lo que realmente era y llegó a la conclusión de que no podía ser bendecido “tal cual”. Ella creía que la bendición de Itzjak, por más potente que era no transformaría a Eisav, que obstinadamente se negó a cambiar. Las bendiciones sólo le infundirían más fuerza para seguir por su camino virulento. Toda la fuerza de golpe de nocaut de Itzjak no iba a terminar con Eisav, y la historia tendría que pasar muchos más rounds con él.


Antes de que la realidad pueda ser transformada debe ser refinada, porque hay algunos de sus aspectos que deben desaparecer totalmente, como dice el profeta: “Yo [Dios] eliminaré el espíritu de impureza de la tierra.” En el futuro, alcanzaremos el nivel de Itzjak y al mismo tiempo Eisav mismo -lo bueno en él- se habrá refinado. Entonces, “Y subirán los redimidos al monte de Tzión, para juzgar al monte de Eisav”. Pero mientras tanto tenemos que seguir el método de Iaacov.


Iaacov también era muy consciente de esto y era consciente de que al final de su largo viaje iba a alcanzar el nivel de Itzjak. Él estuvo de acuerdo en que hay algo bueno en su hermano Eisav, y por eso llevaba su ropa, “La voz es la voz de Iaacov y las manos son las manos de Eisav.” Una vez que Itzjak entendió el mensaje que Rivka y Iaacov le habían transmitido, reconoció la verdad de sus ideas y confirmó su bendición a iaacov: “Por cierto, él [Iaacov] será bendecido”.


“¡Queremos Mashíaj, por favor!”


Cada judío lleva en él la esencia de los tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob. Sin embargo, hay individuos en los que se manifiesta en particular la raíz espiritual de Itzjak. En nuestra generación, el Rebe de Lubavitch encabezó un masivo despertar para marcar el comienzo de la redención verdadera y completa. El Rebe siempre hizo hincapié en que la redención está aquí esperando para hacer su entrada y todo lo que tenemos que hacer es abrir nuestros ojos para verlo. El Rebe repetidamente proclamó: “Mashíaj, ahora!” Además, destacó que Eisav está listo para su redención y todo lo que queda para la llegada del Mashíaj son nuestras acciones finales.


Por supuesto, el Rebe sabía (mejor que nosotros) que eventualmente se sometió a la filosofía de Rivka y Iaacov, pero también nos vio como una versión actualizada de Itzjak. Miles de años han pasado desde que Itzjak dejó que Iaacov lidere el camino, y ya hemos recorrido un largo camino con su servicio de rectificación. En efecto, el Rebe explícitamente afirmó que “el servicio de rectificación se acabó.” El servicio de Iaacov ha llegado a su etapa final y que estamos cerca de alcanzar la meta de Itzjak.


Sin embargo, el Rebe no hablaba de golpear la realidad con un solo golpe. Enseñó más bien que la redención debe llevarse a cabo con maneras agradables y tranquilas. Aun cuando el Rebe exclamó: “Mashíaj, ya!” No estaba sugiriendo dominar la realidad por la fuerza. Él nos envió a influir en el mundo de una manera que el mundo pueda entender y aceptar.
Esto puede ser ilustrado con un giro lingüístico. Una palabra que suena similar y significa lo mismo que en inglés “ya” (en “Mashíaj, ya [“now”]!”) es נא , na, como en la frase: “Ahora sé” (הנה נא ידעתי ), pero esta palabra, es que una transliteración casi exacta de “now”, también significa “por favor”, como en la frase: “Por favor, di que eres mi hermana” (אמרי נא אחותי את ). Al parecer, el Rebe de Lubavitch no sólo quería “¡Mashíaj, ya!” También quería “¡Mashíaj, por favor!” Cuando decimos: “Queremos Mashíaj ya!” Queremos decir también: “¡Queremos Mashíaj, por favor!” Si nuestra solicitud de Mashíaj es aceptada, entonces no hay nada que le impida aparecer ya

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