TAXONOMÍA:  LA CLASIFICACIÓN DE LA VIDA

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Introducción

El tema de nuestra nueva investigación es la Taxonomía, la ciencia de la clasificación, especialmente de los organismos vivos sobre la Tierra.

La clasificación está basada en la observación de que entre las miríadas de formas de vida que Dios ha creado en nuestro mundo, muchas poseen similitudes entre sí, en mayor o menor grado. La ciencia intenta agrupar esas similitudes en categorías más generales y al hacer esto clasificar esa tremenda variedad de criaturas en familias de organismos relacionados.
Debido a que la taxonomía es hoy una ciencia en sí misma, como cualquier otra investigación científica o intelectual, también debe tener su origen en la Torá. Ya que tiene que ver con la creación, también esperamos que su fuente este en la primera parte de la Torá, en el relato de la creación. Como podremos ver más adelante, éste también es el caso.

El presente estudio está dividido en dos partes. La primera parte comienza revisando la naturaleza relativista de cada sistema de clasificación y la jerarquía en la cual está basada. Después continúa buscando en las traducciones hebreas para las palabras “especies” y “género”. Luego, veremos en la segunda parte la definición para el significado de la traducción hebrea de “especies”. Entonces procederemos a discutir la traducción al hebreo y la correspondencia con las sefirot, del sistema taxonómico de 10 niveles usado actualmente en biología para clasificar a los organismos vivos.

En la segunda parte, investigaremos el uso de la palabra hebrea para “especies” tanto en la Torá escrita (los Cinco Libros de Moshé) como en la Torá Oral. Terminaremos introduciendo un modelo Cabalístico para definir las especies.

La naturaleza relativista de la clasificación

Empezamos nuestro viaje dentro de la clasificación observando cómo los filósofos judíos medievales trataron este tema, su terminología y uso. Mucha de la filosofía judía escrita en la Edad Media estaba en árabe, debido a que era el lenguaje de la filosofía de aquel tiempo. Una familia particular de escribas, la familia Ibn Tibón, es famosa por sus traducciones de los principales trabajos de filosofía judía de ese tiempo del árabe al hebreo.

Como una introducción general a su trabajo, Shmuel Ibn Tibón escribió una pequeña obra llamada Perush Milot Zarot (Explicación de Palabras Extranjeras), en la cual define y explica todas las palabras básicas y conceptos encontrados a través de los diferentes textos filosóficos. Hay unos cuantos cientos de estas que aparecen en esta introducción y se consideran básicas para entender la filosofía judía. Muchos de estos términos son por supuesto interpretaciones hebreas de términos que aparecen originalmente en la filosofía griega (con la cual los filósofos judíos medievales estaban íntimamente familiarizados). Pero, obviamente, una vez que estas palabras y conceptos fueron traducidos al hebreo, estas traducciones nos permiten captar con mayor profundidad y mucha mayor dimensión de entendimiento y significado cada una.

Significativamente, los primeros dos conceptos que define Ibn Tibón son las dos palabras básicas usadas en la clasificación: “especies,” que en hebreo es min ( מין , su forma plural es minim, מינים ) y “categoría,” la cual en Hebreo es sug ( סוג , y la forma plural es: suguim, סוגים ). Como podríamos esperar la relación entre estos dos conceptos es jerárquica, es decir, las especies están siempre bajo una categoría.

Ahora, podría parecer que tener sólo dos palabras para la clasificación es una limitación. Sin entrar todavía en detalles, los biólogos hoy definen 9 distintos niveles utilizados para clasificar las formas de vida. Sin embargo, es muy importante recordar que esa clasificación siempre es relativa. Ibn Tibón nota que, usadas apropiadamente, debido a la relatividad de cada clasificación, dos términos deben bastar para definir claramente cualquier especie. De modo similar, para identificar una especie en particular los científicos usan lo que se llama una nomenclatura binomial, señalando, en orden, el género y la especie del ejemplar. Para este propósito, incluso los dos términos min y sug son suficientes, como lo señala Ibn Tibón.

Para usar estas dos palabras adecuadamente, debemos entender que pueden ser usadas no solo como la traducción de Especies y Género (dos niveles en la taxonomía biológica moderna), sino como términos relativos que puedes ser usados de forma relativa a cualquier nivel de una taxonomía, para poder diferenciar entre los distintos niveles. Esto es similar al uso que hace la Cabalá de muchos otros términos y conceptos que se repiten en muchos contextos diferentes, reteniendo cada vez las relaciones entre ellos.

Etimología

Regresemos a la palabra hebrea para “especies,” מין, min. ¿Qué significa esa palabra?

La mayoría de la gramática hebrea tradicional basa sus explicaciones de esta palabra en su significado en otras lenguas Semitas. Ya que en definitiva todas las lenguas derivan del lenguaje primordial de la Torá —el hebreo, el lenguaje de la creación— es posible tener una mejor idea o comprensión del significado de una palabra hebrea estudiando su significado en los lenguajes que todavía retienen la misma forma, las lenguas Semíticas.

Entonces, basados en el significado de la palabra que tiene en esas lenguas, los estudiosos de la gramática explican esta palabra como “imaginación del corazón”. Específicamente, dicen que la palabra “especies” en hebreo viene de la habilidad del corazón de comparar y clasificar diferentes cosas bajo una idea o imagen en común.

En la biología moderna todavía hay un gran debate respecto a cómo clasificar a las especies. Pero la definición más simple y directa tiene que ver con la forma de reproducción, aunque hay aproximadamente otras diez definiciones. Tal cantidad de desacuerdos implica por cierto que el concepto de especies está inseparablemente ligado al entendimiento subjetivo (la imaginación del corazón) de cada científico. Como la clasificación es el corazón de la biología, esta es una de las razones por la que los físicos están en desacuerdo con la biología – sienten que hay demasiada subjetividad involucrada y muy poca objetividad. Al llegar a la biología química las cosas se hacen más objetivas, pero la clasificación depende en gran parte de la mente como de la imaginación. En hebreo, la palabra para imaginación (דמיון, dimaión) significa literalmente “semejanza” o “parecido.”

Entonces este es nuestro primer punto sobre la clasificación que aprendemos de la palabra hebrea para “especies.” Cuando los biólogos quieren clasificar especies, para definir formas de vida (tanto más cuando empiezan a hablar sobre la evolución de las especies, un esquema todavía más problemático), están proyectando su poder de imaginación del corazón, más que en cualquier otro aspecto de la ciencia. El término que se usa en los libros de gramática hebrea para explicar la palabra “especies” (מין, min) es בדו מלבbadó milev, “la conjetura del corazón”.

La Torá nos dice que Adam fue el primer taxonomista, ya que fue el primero en dar nombre a los animales. El nombre “Adam” en sí mismo proviene de la palabra hebrea para “semejanza” (como él fue creado “a semejanza de Dios”). Entonces, para clasificar las especies de animales y llamarlas por su nombre, Adam los llamó a partir de la sabiduría de su corazón. Todo esto, relata la Torá, ocurrió antes que Adam comiera del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal.

La primera vez que la palabra “especie” aparece en el primer relato de la creación en la Torá es en relación a los árboles. Es fácil por lo tanto entender que cuando Adam comió de la fruta prohibida del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, perdió su estado prístino de ser capaz de hacer asociaciones apropiadas; perdió su habilidad de categorizar apropiadamente y poner las cosas juntas.

Además de las pruebas gramaticales de otras lenguas semitas de que “especie” significa “conjetura del corazón,” ¿Dónde vemos en la Torá que este es el significado correcto de esta palabra? La prueba real de esto en hebreo es que la raíz de la palabra “especie” (מין) es la misma que la raíz de la palabra para “cuadro” o “imagen” (תמונה, tmuná ). Entonces la idea es que los especímenes de una especie particular tienen la misma “imagen”. El concepto especie definido como una imagen, usado por muchos biólogos modernos para definir especie.

Esta definición está usualmente en desacuerdo con la definición de especie basada en la habilidad de reproducir descendencia fértil. La imagen no siempre implica una forma física, puede también referirse a una representación genética. Hay muchas taxonomías que definen a las especies basadas en la semejanza genética —o sea que los ADN,s son suficientemente similares, independientemente de si la reproducción fértil es posible.

Esto revela otro aspecto de la creación que a veces se considera una contradicción entre el primero y segundo relatos. En el primer relato, el verbo usado para describir el acto de la creación es “creó” (ברא, bará), denotando la creación ex nihilo, o “hizo” (עשה , asá ), que alude a mejorar, casi una visión evolucionista de la creación. Pero en el segundo relato, la Torá usa una forma intermedia de creación, “formó” (יצירה, ietzirá). Esta diferencia en la elección de los verbos aparece específicamente en relación al hombre.

Cuando Dios habla por primera vez del hombre, la Torá dice: “Hagamos al hombre” (de acuerdo a uno de los comentarios Jasídicos, se estaba refiriendo a toda la creación, dando más fuerza a la asociación de el “hacer un hombre” con un proceso evolucionista del cual el hombre es el resultado final). Allí, cuando realmente crea al hombre, el verbo para “crear” aparece tres veces —implicando que la creación real fue un acto ex nihilo: “Dios creó al hombre a Su imagen, A imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” 

Pero cuando llegamos al segundo relato de la creación, encontramos que el hombre fue “formado”. Y, como dijimos, la formación es un método intermedio de creación. ¿Por qué el primer relato de la creación dejaría fuera este verbo?

Especie y Categoría

Veamos algunas propiedades lingüísticas y matemáticas de las traducciones hebreas de “especies” y “genero”. El valor numérico de la palabra para “especie”, מין es 100, o 10 2. Como se ha explicado ampliamente, en la Torá los números cuadrados representan la realidad rectificada o perfecta.

Ahora, si añadimos una alef (א) cuyo valor es 1, a la palabra מין (min, “especie”) se convierte en מאין, meain, que significa “de la nada” o ex nihilo, como se conoce comúnmente. Entender la creación ex nihilo es el reto más importante que la ciencia moderna enfrenta hoy. La alef que hemos añadido representa el infinito. Entonces, aunque מין es un 100 lo cual es perfecto, todavía hay algo que falta, y eso es la א, que representa el “de la nada.”

Si añadimos a la palabra para “especie” (מין) la palabra hebrea usada por los filósofos medievales para denotar un espécimen individual, איש , ish, obtendremos איש מין , ish min , cuyas las letras se permutan para formar la expresión hebrea completa יש מאין , iesh meain, “algo de la nada”. Las especies, por su capacidad reproducirse dando descendencia fértil, son una exhibición del infinito. Cuando Dios creó las especies las imbuyó de la inmortalidad, en el sentido de su capacidad de reproducirse. Esta es la motivación espiritual que sustenta la inclusión de la capacidad para producir descendencia fértil en la definición de especie. El poder de la reproducción fértil es llamado el poder del infinito en Jasidut. Esto significa que aunque el espécimen individual de cada especie muere, la especie continua gracias a la reproducción, gracias al poder del Infinito que se ejerce en la reproducción.

Ahora veamos la palabra para “categoría” (o Género), סוג, sug . Su valor numérico es 69. Cuando se suman a min se obtiene 169, otro número cuadrado: 13 2. Entonces desde el 102 hemos llegado a 132. Las letras iniciales, ס y מ, samej y mem, 60 y 40, suman 100, entonces las letras restantes juntas deben ser igual a 69, el valor de סוג, que además de deletrear la palabra סוג, sug, forman también la palabra יגון , iagón, “agonía”, o יונג , Jung, quien identifico la conciencia colectiva (tal lectura no está por supuesto en la tradición conservadora del análisis de la Torá, pero sin embargo nos permitimos introducir a Jung en nuestra discusión para tener un punto de vista diferente).

Esto significa que, a nivel de género, aunque no hay capacidad de reproducción fértil, aparentemente hay algún tipo de conciencia colectiva. En todos los niveles por encima de género hay una conciencia colectiva, que conforme vayamos subiendo en la clasificación jerárquica, se hace más y más inconsciente. Entendemos que esta conciencia colectiva gobierna el comportamiento total de todas esas criaturas clasificadas bajo un encabezado.

La Taxonomía Biológica Moderna

Veamos ahora la clasificación biológica normal, y demos a cada una traducción hebrea. Estamos buscando las palabras más cercanas al término en español.

  • Especie: ya hemos visto la traducción medieval de esta palabra como min (מין).
  • Género: como especie, hemos visto la traducción medieval, que es סוג , sug. Como el primer principio filosófico, como vimos, es la relatividad de las especies y categorías, esto parece reflejar el requerimiento científico que cuando se establece la clasificación de cualquier criatura, se tiene que definir (por lo menos) su especie y su género. Esto es suficiente para definir cualquier criatura dada.
  • (Tribu): Ciertos textos añaden este nivel entre el género y la familia. Interesante es que los biólogos ponen las “tribus” debajo de “familia”, mientras que basándonos en la Torá podríamos pensar que lo opuesto es el caso, ya que cada tribu tiene varias familias. Por ahora, dejaremos fuera este nivel como una simple sub –división y hay como esas muchas subdivisiones posibles. La palabra Hebrea es directa, שבט, shevet.
  • Familia: La palabra hebrea para este nivel es también directa, משפחה, mishpajá.
  • Orden: Traducimos esto como סדר, seder. Ahora, en español, la palabra “orden” significa dos cosas, o define qué viene primero y que viene segundo, o, como se usa en el contexto de la clasificación, implica un grupo interrelacionado. La palabra hebrea סדר, también tiene ambos significados. Por un lado, se refiere al orden de las cosas, pero por el otro también implica la relación entre muchas cosas colocadas juntas. Un ejemplo de este segundo significado se encuentra en el Seder de Pesaj, donde colocamos muchas cosas sobre la mesa y además tienen una relación particular una con la otra. Podemos decir que el primer significado implica una relación lineal (primero, segundo, etc.), mientras que el segundo implica una relación más compleja. Como podemos ver, usando una correspondencia muy directa, el nivel de orden corresponde a la sefirá de belleza (תפארת, tiferet). En Cabalá, la sefirá de belleza es representativa de una realidad lineal (como en la barra transversal que pasaba por el medio de las columnas que formaban las paredes del Tabernáculo), pero también es representativa de una relación compuesta, como la misma palabra belleza, que implica la unión de muchos colores para formar una totalidad hermosa. Un ejemplo de orden son los carnívoros, un orden de la clase de los mamíferos.
  • Clase: traducimos esto como קבוצה (kevutzá). Un ejemplo son los mamíferos.
  • Filo o División: Traducimos esto como אומה (pronunciado: umá) que literalmente significa una nación, como la nación que está bajo el reino.
  • Reino: Traducido como ממלכה (mamlajá). Notemos que esto no es lo que podríamos esperar, porque reino es la traducción española de la palabra מלכות, maljut. Pero, como veremos hay una razón para esto.
  • Dominio: Este es un nivel relativamente nuevo de clasificación. Por ejemplo, los reinos animal y vegetal pertenecen al mismo dominio. Hay otros dominios tales como organismos moleculares, los cuales no son ni vegetal ni animal. Actualmente, los científicos identifican 3 o 4 diferentes dominios. Antes del uso de los dominios se podía ser un botánico (estudiando el reino vegetal) o un zoólogo (estudiando el reino animal). Pero, ahora, estas dos ocupaciones tienen algo en común. A veces al Dominio se le llama un Imperio. ¿Cómo debemos traducir esta palabra al hebreo? En la Torá tenemos el concepto de reyes y reyes de reyes. Claramente, los reyes corresponden al nivel de reino, mientras que el Dominio o Imperio es como un reino de reinos. Dios, el llamado el Rey de los reyes de los reyes, y Su reino se describe como Tu Reino es el reino de todos los mundos, donde el idioma hebreo usa la palabra מלכות, maljut, para designar “el reino [de todos los mundos].” Entonces usaremos la palabra מלכות (Maljut) para traducir Dominio.
  • Vida: Este es el más alto nivel del esquema de la clasificación moderna, porque estamos contemplando sólo organismos vivos. Por supuesto, la traducción de esta palabra es directa, חיים, jaim. Dios es descrito como la fuente de toda vida en el verso: “Porque contigo está la fuente de toda vida” En Jasidut está explicado que este verso se refiere al nivel de placer en la sefirá de corona. Entonces, hay una definición simple de que toda la vida brota del principio del placer, el cual es el nivel intermedio de la sefirá de la corona.

Ahora, hagamos la correspondencia de estos 10 niveles de clasificación con las sefirot:



Corona
Vida (placer) – חיים
Entendimiento
Reino – ממלכה
Sabiduría
Dominio – מלכות
Poder
Clase – קבוצה
BondadFilo – אומה

Belleza
Orden – סדר

Victoria y Reconocimiento
Familia – משפחה (y Tribu – שבט)


FundamentoGénero – סוג

Reino
Especie – מין

Claramente, esta correspondencia requiere una explicación profunda, la cual dejaremos para otra oportunidad. Lo que notaremos justo ahora es la asombrosa “firma” numérica que contiene este modelo. Si añadimos los valores numéricos de las 10 palabras hebreas que hemos usado, encontramos que su suma es exactamente 1820:


חיים מלכות ממלכה אומה קבוצה סדר משפחה סוג מין = 1820


Como ya se discutió ampliamente en otra ocasión, 1820 es uno de los números más significativos en la Torá ya que es el número de veces que el Nombre esencial de Dios, Havaiá (el Tetragramatón) aparece en el Pentateuco. Este también es el producto de 26 y 70, los valores numéricos de Havaiá ( י-הוה ) y la palabra “secreto” ( סוד , sod ), las cuales aluden al verso:

“El secreto del [Nombre de Dios] Havaiá es para aquellos que Le temen.”

Especies en la Torá Escrita

Cualquier estudio serio de un concepto en la Torá requiere que busquemos el concepto en el texto de la Biblia. Cuando buscamos la palabra “especies” (מין) en el Pentateuco, la encontramos agrupada en 3 lugares diferentes:

  • En el primer relato de la creación.
  • En la descripción de los animales que fueron llevados a bordo del arca de Noé.
  • En las leyes dietéticas de kashrut que diferencian entre animales cuyo consumo está permitido y aquellos que están prohibidos.

Nuestra metodología será observar primero cada uno de estos grupos por separado y luego tratar de comprender la relación entre ellos.

Las especies de la creación

Como señalamos anteriormente, dado que la clasificación tiene que ver con la creación, no sorprende que esta palabra aparezca en el relato de la creación en Génesis. Significativamente, la palabra especie aparece exactamente 10 veces en el primer relato de la creación. Dios creó el mundo con 10 aserciones. Aunque estos 10 casos no aparecen en la redacción de los 10 enunciados, la similitud en número implica que existe una relación importante entre los dos, cuyo desarrollo dejaremos de lado por ahora. Además, como se señaló anteriormente, la palabra para “especies”, מין, es igual a 100 = 102.

Comencemos citando tanto en la traducción hebrea como en la inglesa los versículos en los que aparece la palabra “especies”. Las notaciones [en corchetes] indican la inflexión particular de cada instancia de “especie”, donde m denota la forma masculina; f la forma femenina; pl, el plural (forma masculina, ya que no hay formas plurales femeninas); y, m,c denota la forma compleja masculina (למינהו):

Tercer Día(v. 11) Dios dijo: “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla, y árbol de fruto que dé fruto según su especie [m], cuya semilla esté en él mismo sobre la tierra”; y fue así(יא) וַיֹּאמֶר אֱלֹקִים תַּדְשֵׁא הָאָרֶץ דֶּשֶׁא עֵשֶׂב מַזְרִיעַ זֶרַע עֵץ פְּרִי עשֶׂה פְּרִי לְמִינוֹ אֲשֶׁר זַרְעוֹ בוֹ עַל הָאָרֶץ וַיְהִי כֵן.
(v. 12) Produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su especie [mc], y árbol que da fruto, cuya semilla está en él según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.(יב) וַתּוֹצֵא הָאָרֶץ דֶּשֶׁא עֵשֶׂב מַזְרִיעַ זֶרַע לְמִינֵהוּ וְעֵץ עשֶׂה פְּרִי אֲשֶׁר זַרְעוֹ בוֹ לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב.
Quinto Día(v. 21) Dios creó las grandes serpientes y todo ser viviente que se arrastra, que las aguas trajeron según su especie [pl.], y toda ave alada según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.(כא) וַיִּבְרָא אֱלֹקִים אֶת הַתַּנִּינִם הַגְּדלִים וְאֵת כָּל נֶפֶשׁ הַחַיָּה הָרמֶשֶׂת אֲשֶׁר שָׁרְצוּ הַמַּיִם לְמִינֵהֶם וְאֵת כָּל עוֹף כָּנָף לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב.
Sexto Día(v. 24) Dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su especie [f], bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie [f]; y fue así (כד) וַיּאמֶר אֱלֹקִים תּוֹצֵא הָאָרֶץ נֶפֶשׁ חַיָּה לְמִינָהּ בְּהֵמָה וָרֶמֶשׂ וְחַיְתוֹ אֶרֶץ לְמִינָהּ וַיְהִי כֵן.
(v. 25) Dios hizo las bestias de la tierra según su especie [f] y el ganado según su especie [f] y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su especie [mc]; y vio Dios que era bueno.(כה) וַיַּעַשׂ אֱלֹקִים אֶת חַיַּת הָאָרֶץ לְמִינָהּ וְאֶת הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ וְאֵת כָּל רֶמֶשׂ הָאֲדָמָה לְמִינֵהוּ וַיַּרְא אֱלֹקִים כִּי טוֹב:

Tenga en cuenta que el primer uso de la palabra “especies” es en el tercer día de la creación, el día en que se creó la vida vegetal. Claramente, debido a que especie es una palabra relacionada con la vida, como explicamos anteriormente, solo puede aparecer una vez que aparece la vida.

Obsérvese que la palabra aparece en cuatro formas diferentes, todas las cuales comienzan con la letra del prefijo del pronombre lamed (ל), un punto que exploraremos con mayor profundidad más adelante. La razón de estas diferentes formas (especies de la palabra, por así decirlo) es que el hebreo es un idioma muy flexionado que diferencia entre formas masculinas y femeninas de palabras de posesión. Las cuatro formas diferentes son:

  • למינו – 1 aparición – forma posesiva singular masculina.
  • למינהו – 4 apariciones – forma posesiva compuesta singular masculina.
  • למינהם – 1 aparición – forma posesiva plural masculina.
  • למינה – 4 apariciones – forma posesiva singular femenina.

En el tercer día de la creación la palabra aparece 3 veces. En el cuarto día no se menciona esta palabra, ya que el cuarto día no trata con la creación de vida. En el quinto día, que relata la creación de aves y peces, aparece 2 veces “especies”. Finalmente, en el sexto día, la palabra aparece 5 veces.

Ahora bien, si nos fijamos en el tema de cada aparición de especies, veremos que 3 de ellas son especies vegetales y 7 son especies animales. Los 7 animales mismos se dividen en 2 y 5 – 2 en el quinto día y 5 en el sexto día.

Nótese que en lo que se refiere al hombre no se menciona la especie. Puede ser incluso inapropiado referirse al hombre como una especie porque se dice que el hombre fue creado a imagen de Dios.

Especies en el relato de Noé y el diluvio

El segundo grupo de la palabra “especies” aparece en el relato del diluvio de la Torá. Dios le ordenó a Noé que llevara todas las diferentes especies de vida al arca para salvarlas de la aniquilación:

(6:19) Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca para que mantenerlos con vida contigo; serán macho y hembra. De aves, según su especie [mc], y de ganado según su especie [f], de todo reptil de la tierra según su especie [mc], dos de cada especie vendrán a ti, para mantenerlos con vida… (7:11) En el año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día, se rompieron todas las fuentes del gran abismo y se abrieron las cataratas de los cielos. Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. En ese mismo día, Noé y Sem y Cam y Jefté, los hijos de Noé, y la esposa de Noé y las tres esposas de sus hijos entraron en el arca. Ellos y todo animal según su especie [f], y todo ganado según su especie [f], y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie [mc], y toda ave según su especie [mc], (ו, יט) וּמִכָּל הָחַי מִכָּל בָּשָׂר שְׁנַיִם מִכֹּל תָּבִיא אֶלהַתֵּבָה לְהַחֲיֹת אִתָּךְ זָכָר וּנְקֵבָה יִהְיוּ. (כ) מֵהָעוֹף לְמִינֵהוּ וּמִן הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ מִכֹּל רֶמֶשׂ הָאֲדָמָה לְמִינֵהוּ שְׁנַיִם מִכֹּל יָבֹאוּ אֵלֶיךָ לְהַחֲיוֹת….(ז, יא) בִּשְׁנַת שֵׁשׁ מֵאוֹת שָׁנָה לְחַיֵּי נֹחַ בַּחֹדֶשׁ הַשֵּׁנִי בְּשִׁבְעָה עָשָׂר יוֹם לַחֹדֶשׁ בַּיּוֹם הַזֶּה נִבְקְעוּ כָּל מַעְיְנוֹת תְּהוֹם רַבָּה וַאֲרֻבֹּת הַשָּׁמַיִם נִפְתָּחוּ. (יב) וַיְהִי הַגֶּשֶׁם עַל הָאָרֶץ אַרְבָּעִים יוֹם וְאַרְבָּעִים לָיְלָה(יג) בְּעֶצֶם הַיּוֹם הַזֶּה בָּא נֹחַ וְשֵׁם וְחָם וָיֶפֶת בְּנֵי נֹחַ וְאֵשֶׁת נֹחַ וּשְׁלֹשֶׁת נְשֵׁי בָנָיו אִתָּם אֶל הַתֵּבָה. (יד) הֵמָּה וְכָל הַחַיָּה לְמִינָהּ וְכָל הַבְּהֵמָה לְמִינָהּ וְכָל הָרֶמֶשׂ הָרֹמֵשׂ עַל הָאָרֶץ לְמִינֵהוּ וְכָל הָעוֹף לְמִינֵהוּ כֹּל צִפּוֹר כָֹּל כָּנָף.

En estos versos, la palabra especie aparece exactamente 7 veces, ¡lo que implica una correspondencia con las siete leyes Noájidas! Ahora, podríamos preguntarnos, ¿por qué solo 7 veces, por qué no 10 veces como en la creación? (en cuyo caso también corresponderían a las 10 sefirot)

La respuesta simple que podemos dar es que el diluvio solo destruyó la vida en los continentes. La vida marina no se vio afectada por el diluvio y estas son las 3 “especies” adicionales que Noé no tuvo que traer consigo en el arca. [Como se explicó en otra parte, los tres grandes océanos del mundo corresponden a las tres sefirot superiores, ¡lo que implica que el océano o la vida marina ¡sí corresponde a tres de las 10 sefirot!]

Una segunda explicación, siguiendo más de cerca las 10 apariciones de “especies” en el primer relato de la creación, sería que a Noé no se le ordenó salvar la vida vegetal a bordo del arca para mantenerlas con vida porque las plantas volvieron a crecer naturalmente después del diluvio. Como mencionamos anteriormente, las primeras 3 apariciones de especies en el primer relato de la creación son con respecto a las plantas. Las plantas no necesitaban ser guardadas en el arca de Noé, ya que vemos que volvieron a crecer después de que terminó el diluvio.

En cualquier caso, tres de las diez especies no reaparecen en el contexto de Noé y el diluvio. En otro lugar, hemos discutido extensamente la relación intrínseca entre la rectificación de toda la humanidad y el número 7, que se refleja una y otra vez en la historia del diluvio. Por ejemplo, hay siete colores en el arcoíris: el pacto entre Dios y la humanidad; la palabra “pacto” aparece siete veces en la descripción del pacto, y así sucesivamente. Una cosa que no mencionamos allí fue que la palabra especie aparece 7 veces.

Las especies de las leyes dietéticas

El tercer contexto en el que aparece “especies” es en las leyes de kashrut, las leyes dietéticas de la Torá. La Torá prescribe que los judíos pueden comer solo ciertas especies de aves y animales. Las leyes que diferencian entre animales puros e impuros aparecen dos veces en la Torá, una en la parashat Shemini en Levítico y otra en la parashat Reé en Deuteronomio.

Levítico(11:13) Y entre las aves, las tendréis por abominables; no se comerán; son abominación: El águila [o el buitre leonado], el milano, el águila pescadora, (v. 14) el cernícalo, y el buitre según su especie [f], (v. 15) y el cuervo según su especie [ m], (v. 16) el avestruz, el grajo, el gavilán y el azor según su especie [mc]; (v. 17) La lechuza, la gaviota, el mochuelo; (v. 18) El murciélago, el estornino, la urraca; (v. 19) la cigüeña, la garza según su especie [f]; la abubilla y el atalef [¿murciélago?]; (v. 20) Cualquier insecto volador que anda sobre cuatro, es abominación para vosotros. (v. 21) Sin embargo, entre todos los insectos voladores que caminan sobre cuatro [patas], puedes comer [de] aquellos que tienen extensiones articuladas [como piernas] sobre sus patas [normales], con las cuales saltan en el suelo. (v. 22) De esta categoría [langosta], podéis comer lo siguiente: la langosta roja según su especie [m], la langosta amarilla según su especie [mc], la langosta gris manchada según su especie [mc] y la langosta blanca según su especie [mc]…. (v. 29) Y esto tendréis por inmundo entre los animales que se arrastran por la tierra: la comadreja, el ratón y el sapo según su especie [mc].(יא, יג) וְאֶת אֵלֶּה תְּשַׁקְּצוּ מִן הָעוֹף לֹא יֵאָכְלוּ שֶׁקֶץ הֵם אֶת הַנֶּשֶׁר וְאֶת הַפֶּרֶס וְאֵת הָעָזְנִיָּה. (יד) וְאֶת  הַדָּאָה וְאֶת הָאַיָּה לְמִינָהּ. (טו) אֵת כָּל ערֵב לְמִינוֹ. (טז) וְאֵת בַּת הַיַּעֲנָה וְאֶתהַתַּחְמָס וְאֶת הַשָּׁחַף וְאֶת הַנֵּץ לְמִינֵהוּ. (יז) וְאֶת הַכּוֹס וְאֶת הַשָּׁלָךְ וְאֶת הַיַּנְשׁוּף. (יח) וְאֶתהַתִּנְשֶׁמֶת וְאֶת הַקָּאָת וְאֶת הָרָחָם. (יט) וְאֵת הַחֲסִידָה הָאֲנָפָה לְמִינָהּ וְאֶת הַדּוּכִיפַת וְאֶתהָעֲטַלֵּף. (כ) כּל שֶׁרֶץ הָעוֹף הַהלֵךְ עַל אַרְבַּע שֶׁקֶץ הוּא לָכֶם. (כא) אַךְ אֶת זֶה תּאכְלוּ מִכּל שֶׁרֶץ הָעוֹף הַהלֵךְ עַל אַרְבַּע אֲשֶׁר לוֹ כְרָעַיִם מִמַּעַל לְרַגְלָיו לְנַתֵּר בָּהֵן עַל הָאָרֶץ. (כב) אֶת אֵלֶּה מֵהֶם תּאכֵלוּ אֶת הָאַרְבֶּה לְמִינוֹ וְאֶת הַסָּלְעָם לְמִינֵהוּ  וְאֶת הַחַרְגּל לְמִינֵהוּ וְאֶת הֶחָגָב לְמִינֵהוּ….(כט) וְזֶה לָכֶם הַטָּמֵא בַּשֶּׁרֶץ הַשּׁרֵץ עַלהָאָרֶץ הַחֹלֶד וְהָעַכְבָּר וְהַצָּב לְמִינֵהוּ.
Deuteronomio(14:12) Pero estas son aquellas de las cuales no comerás: el águila [o el buitre leonado], el osífrago, el águila pescadora; (v. 13) y el buitre blanco, y el buitre negro, y el milano según su especie [f]; (v. 14) Y todo cuervo según su especie [m]; (v. 15) Y el avestruz, y la lechuza, y la gaviota, y el gavilán según su especie [mc]; (v. 16) El mochuelo, el gran búho y la lechuza blanca; (v. 17) Y el pelícano, y la urraca, y el cormorán; (v. 18) Y la cigüeña, y la garza según su especie [f], y la abubilla, y el murciélago.(יד, יב) וְזֶה אֲשֶׁר לֹא תֹאכְלוּ מֵהֶם הַנֶּשֶׁר וְהַפֶּרֶס וְהָעָזְנִיָּה. (יג) וְהָרָאָה וְאֶת הָאַיָּה וְהַדַּיָּה לְמִינָהּ. (יד) וְאֵת כָּל ערֵב לְמִינוֹ. (טו) וְאֵת בַּת הַיַּעֲנָה וְאֶת הַתַּחְמָס וְאֶתהַשָּׁחַף וְאֶת הַנֵּץ לְמִינֵהוּ. (טז) אֶת הַכּוֹס וְאֶת הַיַּנְשׁוּף וְהַתִּנְשָׁמֶת. (יז) וְהַקָּאָת וְאֶתהָרָחָמָה וְאֶת הַשָּׁלָךְ. (יח) וְהַחֲסִידָה וְהָאֲנָפָה

Vemos que en Levítico (parashat Shemini), la palabra especie aparece 9 veces mientras que en Deuteronomio (parashat Reé) aparece 4 veces más. En total, en el contexto de kashrut, “especies” aparece 13 veces. La división de 13 en 9, 32 y 4, 22 (la división que define al 13 como un número inspirador), se hace eco de la estructura de la palabra אחד, que significa “uno”, cuyo valor numérico es 13. Aunque la palabra “uno” parecería indicar unidad y singularidad absolutas (lo cual es cierto), paradójicamente, el Arizal explica que tiene dos dimensiones: una dimensión relativamente masculina y una dimensión relativamente femenina. Las dos primeras letras, אח, equivalen a 9, y por sí solas significan “hermano”; este es el elemento masculino. En el rollo de la Torá, la última letra, ד, cuyo valor numérico es 4, está escrita en tamaño extra grande y alude al aspecto femenino de la realidad. El número 4 en sí mismo, como lo explican los sabios, insinúa los cuatro extremos de la realidad (Norte, Sur, Este y Oeste) y el nombre de la letra “dalet” está escrito y también proviene de la misma raíz que la palabra aramea “דלית” (deleit), en alusión a la descripción del Zohar del aspecto femenino aún no rectificado como “ella no tiene nada propio”.

Esta misma estructura se exhibe en las dos apariciones de estas leyes dietéticas. En general, cada vez que una ley se repite dos veces en la Torá, la primera aparición describe su aspecto relativamente masculino mientras que la segunda aparición se relaciona con su aspecto relativamente femenino. En este caso particular, la correspondencia es aún más fuerte, ya que, entre los Cinco Libros de Moisés, Deuteronomio, el quinto y último libro, representa el aspecto femenino de la profecía de Moisés, mientras que los primeros cuatro libros, incluido Levítico, representan su aspecto masculino. Entonces el concepto de especie aparece 9 veces en la dimensión masculina de las leyes de especies kashrut y 4 veces en la dimensión femenina de las mismas leyes.

Entonces, resumamos, hemos encontrado la palabra especie 10 veces en la creación, 7 veces en el diluvio y 13 veces en relación con las leyes de kashrut. Uno de los pares de números más ubicuos en la Torá es el 13 y el 7 (que en sí mismos exhiben una relación masculino-femenino). De hecho, las 613 leyes de la Torá prescritas para los judíos son en general masculinas en relación con las 7 leyes que Dios prescribió a Noé y al resto de la humanidad. Pero, ¿qué pasa con las 10 apapriciones de especies en la creación? Matemáticamente, 10 está exactamente a la mitad entre 7 y 13.

Entonces, en total, encontramos la palabra “especies” 30 veces en la Torá. Sin embargo, tenga en cuenta que, en los 30 casos, el sustantivo simple “especie” (מין) no aparece ni una sola vez. Los 30 casos son formas conjugadas del sustantivo. De hecho, las 30 veces, la palabra aparece con una letra de prefijo lamed (ל), transformándola para que signifique “según su especie”. ¡El valor numérico de ל es 30, aludiendo, a través de una autorreferencia, ¡a las 30 apariciones de esta palabra en la Torá!

Ahora bien, ¿por qué la palabra “especie” comienza con la letra lamed? Volviendo a nuestra discusión etimológica de la palabra “especie”, recuerde que significa “la conjetura del corazón”. Poniendo ambos significados juntos, podríamos incluso decir: la conjetura del corazón mientras está fotografiando (es decir, imaginando) la realidad y, por lo tanto, intentando clasificar la realidad. La conjetura del corazón en la Torá se refiere específicamente a la letra lamed, ya que la expresión idiomática de las letras del nombre de la lamed deletreada (למד) es “un corazón que entiende el conocimiento”(לב מבין דעת). El conocimiento aquí se refiere al poder rectificado de la imaginación que permite a una persona clasificar correctamente las cosas en el orden de especie y género.

Además, que las últimas 13 apariciones de la palabra “especies” en la Torá están en el contexto del kashrut, esto implica que la rectificación final de todas las especies y también el poder de la imaginación requerido para clasificarlas correctamente, está conectado con hábitos alimenticios adecuados – es decir, comer solo lo que la Torá permite y abstenerse de lo que prohíbe. Sigamos nuestro razonamiento aquí un poco más explícitamente. Vimos que en el contexto de la creación la palabra aparece 10 veces, de manera simplemente descriptiva (sin prescribir especies permitidas y prohibidas para el consumo). Luego, en el contexto del diluvio, aparece 3 veces menos, lo que indica que hubo algún tipo de detracción del estado original creado de la especie. Según los sabios, el diluvio vino como un castigo y una rectificación por el comportamiento abominable tanto de hombres como de animales, comportamiento que incluía actos prohibidos de procreación entre especies animales y entre humanos y animales. Pero, luego, en el contexto de las leyes de kashrut, las tres especies que fueron restadas se devuelven a las 10 originales dándonos un total de 13 repeticiones de la palabra e indicando que esta es la rectificación final del concepto. Entonces, cuando una persona come adecuadamente, corrige su poder de imaginación y puede conceptualizar correctamente la relación (ya sea morfológica, genética o cualquier otro tipo de relación) entre las especies. Comer bien aquí también incluye las intenciones pertinentes que uno debe tener al comer.El consumo inadecuado de alimentos, daña el poder de la imaginación. El caso en cuestión sería la teoría de la evolución, que cuando se separa de la gama completa del origen de las especies descritas en la Torá y descritas en otros lugares, ilustra un poder dañado de la imaginación.

Especies en la Torá Oral

Hasta ahora hemos examinado el concepto de especie tal como aparece en la Torá Escrita. ¿Cómo se usa este concepto en la Torá Oral? Veamos los diversos casos en que esta palabra se usa en la Torá Oral. Ordenaremos nuestra observación por el número de especies en cada caso. Curiosamente, no encontramos que uno, dos o tres tipos de algunas plantas o animales se describan como especies en la Torá Oral. El número más pequeño descrito como especie es cuatro. Aún más interesante, como veremos, es que la especie se usa en la Torá Oral siempre en referencia a tipos de plantas, miembros del reino vegetal. Esto hace eco del hecho de que el concepto de especie en la Torá Escrita (en el relato de la creación) también comenzó con el reino vegetal.

  • Cuatro Especies: En Sucot, la Torá nos ordena: “En el primer día tomaréis para vosotros del fruto de la cidra, una rama de la palmera datilera, ramas del árbol hilado [mirto] y ramas del sauce, y se regocijarán ante Dios durante siete días”. Curiosamente, la Torá no usa la palabra especies para describir estos cuatro tipos de plantas, pero todos estamos familiarizados con el concepto de las Cuatro Especies, que es como se las menciona en el Torá oral.
  • Cinco Especies: Hay cinco tipos de granos que cuando se hornean se consideran pan, lo que nos obliga a recitar la bendición sobre el pan al comerlos y recitar la bendición después de las comidas tras comerlos. Estos cinco tipos de granos (o productos) se alude bellamente al comienzo del segundo de la creación que comienza con cinco palabras cuyas iniciales forman la palabra תבואה, que significa “producir” (אלה תולדות השמים והארץ בהבראם). La letra que sigue inmediatamente a la letra inicial de la última palabra necesaria para deletrear “producir”—la ב de בהבראם—es la famosa pequeña hei (ה) de בהבראם, cuyo valor numérico es, por supuesto, 5, en alusión a las cinco especies de productos. Tenga en cuenta que, en este caso, cada una de las cinco especies es en realidad una superespecie, o un Género en la terminología científica moderna. Como dijimos, los conceptos de especie y género en la Torá son en realidad relativos.
  • Siete Especies: La Torá describe la Tierra de Israel como, “Una tierra de trigo y cebada y de vides e higos y granadas, una tierra de aceite de oliva y miel [de palmeras datileras].” Este versículo describe las siete especies de plantas con el que la Tierra de Israel es bendecida.

Las matemáticas de las especies en la Torá Oral

Así que ahora hemos visto que la Torá Oral menciona especies en relación con los números 4, 5 y 7. Tomemos estos tres números y, utilizando el método de diferencias finitas, formemos una serie cuadrática a partir de ellos:

457101419
12345
1111

Es fácil ver que los números de estas series son generados por la función:

f[n] = rn4

donde rn denota la suma de los números enteros de 1 a n, el triángulo de n.

Ahora, el número 12 de esta serie será r11 ┴ 4, o 70. Dado que esta serie describe varios números de especies en diferentes agrupaciones significativas, ¿dónde encontramos 70 especies de cualquier cosa en la Torá?

Después del Éxodo y la división del Mar Rojo, la Torá relata que el pueblo judío: “Llegaron a Eilima donde había 12 manantiales de agua y 70 palmeras datileras…” Uno de los primeros textos de Cabalá, que precede incluso al sagrado Zohar, es el Bahir, cuyo nombre significa el Libro de la Brillantez (otro sinónimo de “luz”). El Bahir señala que esta fue la primera visión que tuvo la gente después de la división del Mar Rojo en su viaje a la Tierra de Israel. Eilima era un oasis en el desierto con 12 manantiales de agua diferentes. Lo que añade el Bahir es que las 70 palmeras datileras no eran 70 especímenes de la misma especie de palmera, sino 70 especies únicas de palmera. Entonces, lo primero que hizo el pueblo judío después de ser liberado de la esclavitud de Egipto fue la clasificación de especies.

Los criterios para las especies en la Cabalá

Pero lo más importante que agrega el Bahir es una definición muy perspicaz de la base de su clasificación de las palmeras datileras como diferentes. El Bahir nos da tres criterios por los cuales la gente justificó la clasificación de cada tipo de palmera datilera como una especie separada:

1. “No eran semejantes entre sí” (לא דמתה זו לזו ). Este criterio corresponde a una distinción morfológica.

2. “Actuaban de manera diferente” (לא דמתה פעולת זו לזו). La distinción funcional incluye, entre otros, el método reproductivo de cada palmera datilera. Esta es una expansión de la actual definición de trabajo de especie que se usa generalmente en biología. Claramente, una de las cosas más importantes para estudiar son los hábitos de apareamiento, pero esto también incluye todo el comportamiento del espécimen en particular.

3. “Sus frutos sabían diferente” (לא טעם זה כטעם זה ). Al principio, uno podría sorprenderse de que una distinción aceptable sirva como criterio para la condición de especie. Sin embargo, para apreciar este criterio final, uno debe saber que en Cabalá, el gusto representa el aspecto espiritual, es decir, la esencia misma de un árbol que da frutos comestibles. Así, el gusto representa la palabra de Dios en el fruto. ¿Cómo puede este criterio aplicar a los organismos que no dan fruto? La respuesta es que este criterio es una particularización de un principio más general: observar el uso que el organismo tiene para los seres humanos. Uno de los fundamentos más importantes para entender la naturaleza según la Torá es que toda la naturaleza se está elevando continuamente para incorporarse a la realidad humana rectificada. Así, el lugar que cada organismo ocupa en el esquema humano define su esencia. Según la Torá, el hombre (es decir, el hombre rectificado que sirve a Dios) es ciertamente la medida de todas las cosas.

Según el Bahir, un espécimen tiene que ser único en los tres aspectos para ser considerado una especie separada. 

Como referencia, incluimos una lista de enlaces útiles para aprender más sobre taxonomía: ( en inglés)

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